Tratamiento de la lumbalgia

0 Evitar el reposo «Para acelerar la recuperación y reducir el riesgo de que se repita en el futuro, es importante que el paciente evite el reposo en cama y mantenga el mayor grado de actividad f[sica que el dolor le permita», comentan las guías. Como mucho, se admite un máximo de 48 horas en cama si el dolor impide al paciente adoptar otra postura. De hecho, los autores recuerdan que la lumbalgia aguda tiene buen pronóstico y tiende a desaparecer en la mayoría de los casos.

Actividad física El paciente debe mantener el mayor grado de actividad física que le permitan sus molestias. Elejercicio no está recomendado en lena crisis de lumbalgia (donde sólo es aconsejable mantenerse lo más activo posible), pero sí cuando el dolor perdura más de seis semanas. Sin embargo, los estudios que se han realizado hasta el momento no permiten decantarse por determinada actividad física o por ejercicios específicos de la espalda. «Como cualquiera es mejor que nada, el paciente ha de hacer aquel que le resulte más apetecible», aclara Kovacs. Fármacos Es posible consumir fármacos para el dolor, ya sea paracetamol (solo o en combinación con opiáceos débiles como la codeína), antiinflamatorios o miorrelajantes durante un áximo de tres meses, tanto una lumbalgia aguda como en las crisis de los casos crónicos. En personas con lumbalgia crónica intensa se recomiendan también antidepresivos clásicos (tricíclicos y tetracíclicos), estén deprimidas o no, y parches de capsaicin Swige to vlew next page de capsaicina. Como tratamiento de tercera linea, podrán prescribirse los opiáceos (sobre todo, tradamol) en los agravamientos de lumbalgias crónicas.

Grapas Si después de dos semanas de fármacos el paciente sigue sufriendo molestias intensas, podría optarse por la neurorrefiejoterapia. Consiste en colocar temporalmente y de odo superficial unas grapas quirúrgicas con el objetivo de estimular las fibras nerviosas de la piel relacionadas con los nervios implicados en el dolor, la inflamación y la contractura muscular. Escuelas de la espalda Los centros que enseñen al paciente a manejar de manera activa su problema (es decir, mediante actividad física, volviendo a la actividad anterior… resultan eficaces para mejorar el dolor de las personas con lumbalgias que superan las seis semanas, aunque no en los casos que duran más de un año. Sin embargo, los autores no recomiendan las escuelas de la espalda tradicionales, es decir, aquellas que simplemente tienen ontenidos de anatomía, fisiología, higiene postural y ergonomía. LI Tratamiento psicológico Algunos pacientes con lumbalgia intensa muy crónica tienen un comportamiento que está determinando el mal pronóstico de su enfermedad. El miedo al dolor les lleva a no moverse y se ‘meten en un círculo VICIOSO que agrava su estado.

En estos casos, puede resultar recomendable derivarlos a un programa cognitivo- conductual, es decir, métodos que mod’fiquen su actitud ante el dolor y promuevan la confianza en su capacidad física. Por ejemplo, se establecen programas de ejercicio fisico con unos obje física. Por ejemplo, se establecen programas de ejercicio físico con unos objetivos fáciles de cumplir, relajación, etc. D Programas multidisciplinares Si no han funcionado las estrategias anteriores, el paciente crónico puede probar con la combinación de algunas de estas terapias, es decir, con un programa que incluya medicación, ejercicio y tratamiento psicológico.

Esta estrategia es más eficaz que el clásico programa de rehabilitación, pero los autores subrayan también sus elevados costes. «En principio, sería conveniente que los pacientes de baja laboral con mal pronóstico para regresar al trabajo accedieran a estos rogramas al cabo de cuatro u ocho semanas de baja, pero desde el punto de vista de la salud pública es muy cuestionable que las ventajas que aporten estos programas compensen los costes que conllevaría su aplicación generalizada», reconoce la revisión.

Neuroestimulación eléctrica percutánea Esta estratega sólo se recomienda como «última opción terapéutica», pues sus posibles efectos secundarios son graves (sangrado, infección, neumotórax… ). De hecho, los autores de las guías recomiendan que este tratamiento se realice «exclusivamente por médicos bien entrenados y experimentados’ . La técnica en cuestión utiliza agujas similares a la acupuntura y situadas en los tejidos blandos para administrar un estímulo eléctrico en nervios periféricos superficiales.

Es decir, que seria una técnica a medio camino de la acupuntura (estimulación de ciertos puntos del organismo mediante agujas) y la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea o TE 3 puntos del organismo mediante agujas) y la estimulación nen,’iosa eléctrica transcutánea o TENS (se estimula fibras nerviosas de la piel mediante una suave corriente eléctrica que administran unos parches). Descanso. Dejar de realizar actividades durante unos dias ermite que los tejidos lesionados, y hasta las raíces nerviosas, empiecen a curarse, lo que a su vez puede servir para aliviar la lumbalgia.

Sin embargo, descansar por más de unos pocos dias puede conllevar una debilitación de los músculos, y los músculos débiles pueden tener dificultades para apoyar la columna adecuadamente. Los pacientes que no hacen ejercicio regular para hacerse más fuertes y flexibles son más propensos a experimentar una lumbalgia recurrente o prolongada. Compresas de calor y hielo facilitan el alivio de la mayoría de los casos de lumbalgia al reducir la inflamación. Muchas veces os pacientes utilizan el hielo, pero algunos prefieren el calor.

Se puede alternar entre los dos. Medicamentos. Está disponible una gran diversidad de medicamentos recetados y de venta libre para ayudar a reducir los síntomas de la lumbalgia. Muchos medicamentos reducen la inflamación, que muchas veces es una causa del dolor, mientras que otros tratan de impedir la transmisión de las señales de dolor al cerebro. Cada medicamento tiene múltiples riesgos únicos, posibles efectos secundarios e interacciones farmacológicas (o Interacciones con alimentos o suplementos) que deben ser evaluados por un médico.