Sociedad del conocimiento

Sociedad del conocimiento gy ariadnabigail 110R6pR 15, 2011 14 pagos LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO Y EL TRABAJO SOCIAL MAESTRO CARLOS ARTEAGA BASURTO 1. Introducción Dentro de la lectura se comenta como la tecnología ha avanzado tan rápido y de cómo a la sociedad se le bombardea de esta nueva tecnología El desarrollo de la tecnología puede ser concebido, en un extremo pragmático y funcional, como un proceso simple o auténticamente natural del propio desarrollo humano; en tanto que en una perspectiva opuesta se convierte en una nueva amenaza a la convivencia a la inte ridad humana individual y social. PACE 1 orlá

El propósito de estet toi r un análisis que trascienda la emi • n de fav o en contra del ológica de las proceso social deriva telecomunicaciones, ría de interés ante un hecho inexorable con la magnitud que se registra. Así, nuestra finalidad se orienta a integrar una aproximación a la construcción de un marco teórico para identificar los requerimientos disciplinarios para el Trabajo Social, en su búsqueda de formas de intervención o de acción ante los problemas, conflictos o nuevas necesidades que los seres humanos enfrentan o han de enfrentar ante el acelerado y explosivo flujo de información.

La condición de paulatino aislamiento e incomunicación «real» con los semejantes cercanos, que paradójicamente generan los avanzados y modernos sistemas de comunicación, representan y derivan en nuevas dinámicas en la interacción de los individuos humanos, de cuyas características y efectos han de dar cuenta los estudios e e investigaciones ad hoc, pero que señalamos porque significan los nuevos tiempos y configuran de manera importante el escenario de nuestra convivencia. ara lograr nuestra finalidad, presentamos un primer apartado en el que se exponen, de manera general, los planteamientos orrespondientes a la sociedad del conocimiento, su concepto y sus principales características. En el segundo apartado de este documento, exponemos las ideas de algunos autores que han de permitir dar «el rodeo epistemológico» (Kosík, 1963) para un acercamiento a la comprensión del fenómeno que la tecnolog[a de los nuevos tiempos nos plantea.

Finalmente y a manera de conclusiones, se presenta una serie de consideraciones que implican al Trabajo Social ante los problemas y necesidades originadas en este contexto. 2. La sociedad del conocimiento La sociedad se encuentra en un marco de actuación y desarrollo ue proviene del desarrollo tecnológico, sustentado, muy especialmente, en las nuevas tecnologías de la comunicación y la información y en la biotecnología. Este marco constituye lo que se conoce como sociedad del conocimiento.

La sociedad del conocimiento se caracteriza por el principio de que los recursos económicos se basan en la gestión, aplicación y creación de conocimiento en forma continua y en la que, estos nuevos conocimientos, sustituyen los paradigmas anteriores de trabajo y capital, según sostiene Peter Drucker. Los conceptos originados de las tecnologías de la información y a comunicación definen cualquier conocimiento, lo cual asegura inmediatamente la presencia de dicha comunicación en todos los saberes humanos. El ritmo acele asegura inmediatamente la presencia de dicha comunicación en todos los saberes humanos.

El ritmo acelerado de las transformaciones de la tecnología y el sentimiento de que estamos en un vertiginoso proceso de transformación, provoca incertidumbre y dificultades en cuanto a las necesidades de conocimiento en el plano individual y colectivo, porque la velocidad convierte rápidamente en obsoletos los contenidos enseñados y obliga a cambios onstantes en el ejercicio de las habilidades profesionales. Así, al inicio de este siglo, la humanidad enfrenta una situación de cambio acelerado y permanente.

Los países avanzados han conseguido, merced a la evolución técnica y cientifica, pasar de la economía industrial a otra fundamentada en la capacidad de aplicar el conocimiento en un marco de constante innovación. Esta nueva era civilizadora se expresa de manera dramática en la irrupción de tres fenómenos interdependientes y determinantes de la dinámica económica, cultural y política de las sociedades contemporáneas: la globalización de la economía y la cultura, la ociedad del conocimiento y la emergencia de la ciudad—región como nuevo protagonista de la política interna e internacional.

La sociedad de estos tiempos, la sociedad del conocimiento, es un tiempo de cambios profundos, acelerados y continuos; estamos insertos en una época en la que mucho de lo conocido dejó de ser útil. Esta situación requiere acciones incesantes de adaptación, en donde la información llega a convertirse en un factor preponderante, convirtiéndose en la principal materia prima para elaborar con ella el conocimiento. De esta manera, contemplamos un p materia prima para elaborar con ella el conocimiento.

De esta manera, contemplamos un proceso que tiene su eje en el saber y que tiene dos grandes protagonistas: el desarrollo de las tecnologías de información y comunicación que modifica los procesos productivos de todos los sectores de actividad; y, las nuevas organizaciones y redes de relación entre organizaciones, por donde dicha información circula sin descanso dando lugar a un mundo interconectado con una economía mundial con capacidad de funcionar en tiempo real a escala planetaria.

La sociedad de la información es el resultado de la economía de la información multiplicada por la cultura de la información, a misma que comprende una ciudadanía multilingüe, una actitud abierta a la tecnología, una legislación de apoyo, costes adecuados de acceso, infraestructuras y búsqueda de regulaciones por consenso.

Por tanto y ante la necesidad de activar la economía del conocimiento, se encuentran cuatro factores estrechamente interrelacionados: a) la difusión de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones; b) la constitucion progresiva de las sociedades en economías de tercer orden; c) la internacionalización de la economía, y d) la intencionalidad de lograr el aumento y extensión de la educaclón, saberes y onocimiento. para pensar en la situación actual de la sociedad del conocimiento en la economía de los países, es importante tomar en cuenta tres factores de cambio decisivos: 1.

La misma relación entre econom[a y saber, ya que lo que se pensaba anteriormente, era que la cualidad del saber se determinaba por fuerzas económicas y actualmente lo que se con 40F que la cualidad del saber se determinaba por fuerzas económicas y actualmente lo que se constata es que cada vez más, el desenvolvimiento de una nación depende de su nivel cultural, científico y del valor asignado a la enseñanza y al aprendlzaje continuo. 2.

El proceso de globalización creciente y la desregulación de los mercados, el establecimiento de nuevos órdenes, entre los que se destacan los cambios en las relaciones trabajador-trabajo y los referentes al enfoque económico, donde no sólo los productos, sino también y principalmente los procesos, son factores de competitividad, favoreciéndose así la construcción de un escenario que se puede señalar como «la hipercompetencia», dentro de un ambiente con un grado elevado de turbulencias e incertidumbres. 3.

El surgimiento de las nuevas tecnologías de información y comunicación, que están imponiendo un aceleramiento xponencial de la disponibilidad de informacion y propiciando de esta forma, lo que se conoce como el fenómeno de la «hiperinformación» Por todo esto, la gestión del conocimiento, de los recursos de información y de las tecnologías de información, hasta hace poco tiempo definidas en espacios organizacionales y geográficos separados, deben ser vistos ahora en relación con los factores arriba citados, reuniendo múltiples actores para desempeñar roles significativos en la formación de la sociedad del conocimiento, en un amplio espacio de negociación de intereses comunes y cooperación de recursos.

Ante este panorama de éxtasis tecnológico – comunicatlvo, se considera que la solución de los problemas no consiste en la optimización de los recursos tradicional s OF optimización de los recursos tradicionales existentes, y tampoco en la gestión de flujos de información tomados de forma indlvidual y aislada, sino que se deben buscar los resultados de reflexiones conjuntas entre grupos y naciones de una región, que aporten sus percepciones y competencias para buscar nuevos equilibrios. Así, el futuro de los países en desarrollo depende en gran medida de la eficacia con que puedan realizar cambios n la cultura, el trabajo y la enseñanza, que ya demanda y que demandará aun más, el conjunto de los países desarrollados. 3.

Una interpretación de la sociedad del conocimiento El análisis, fructlfero y más cercano a la objetividad, para el conocimiento de los procesos sociales requiere cierta distancia teórica que permita tanto identificar con mayor certeza los aspectos que inciden en su desarrollo, como penetrar en su esencia. Esta distancia teórica la asumimos en este documento con base en el planteamiento de Karen Kosik (1963), quien señala : «Puesto que las cosas no se presentan el hombre directamente omo son y el hombre no posee la facultad de penetrar de un modo directo e inmediato en la esencia de ellas, la humanidad tiene que dar un rodeo para poder conocer la cosas y la estructura de ellas. Ampliando esta consideración y de acuerdo con Adorno, podemos señalar que el análisis sociológico se convierte en crítica de la sociedad desde el momento en que no se limita a describir y ponderar las instituciones y los procesos sociales, sino que se les compara con las vidas de los individuos sobre los que se levantan la sociales, sino que se les compara con las vidas de los individuos obre los que se levantan las instituciones y que, a través de distintas formas, las constituyen. Con respecto a la sociedad del conocimiento de nuestros tiempos, se corre el riesgo de asumir la perspectiva optimista y glorificadora del desarrollo humano y sus logros tecnológicos naturales.

Porque, al fin y al cabo, podemos observar que se habla de intensificación de la educación, de difusión del conocimiento y de promoción del avance tecnológico; sin embargo surgen dudas inmediatas, tales como: ¿qué tipo de educación? , ¿una que destaque tanto las competencias -como abilidades específicas preconfiguradas- y la competencia – como forma de desacreditacón y descalificación del otro? ¿La difusión del conocimiento? , ¿cuál conocimiento? o ¿el flujo casi inconsciente de información? y ¿de qué valor ésta? ¿La promoción de la tecnología? , ¿de la prácticamente inexistente en los países en desarrollo? En fin, enumerar las preguntas que encuentran espacio en la exposición del apartado anterior, no se agota aquí, pero procederemos a revisar algunos planteamientos teóricos que pueden ofrecer luz para el análisis de este fenómeno mundial.

Horkheimery Adorno (1956) señalan la importancla de cuestionar mediante la reflexión lo que pueda ser determinado como la ‘sociedad’, si esta determinación pierde de vista «la tensión entre individuos y vida, e intenta por ejemplo resolver lo social en lo natural», y no se realiza un esfuerzo de liberación de las constricción de las instituciones, sino que, por lo contrario, contribuye a corroborar «una segunda mitología: la ilusión sino que, por lo contrario, contribuye a corroborar «una segunda mitología: la ilusión idealizada de cualidades originarias, de las que dependería lo que precisamente surge a través de las nstituciones sociales» . La teoría crítica es una opción para analizar el fenómeno de la sociedad de masas, en tanto permite considerar que el destino de los individuos dependa no del azar y de la ciega necesidad de incontroladas relaciones económicas, sino de la realización programada de las posibilidades humanas.. Podemos considerar que la sociedad del conocimiento constituye una fase superior de la era de la industria cultural, en la que el individuo ya no decide autónomamente: el conflicto entre impulsos y conciencia se resuelve con la adhesión acrítica a los valores impuestos.

Así, de acuerdo con Adorno (1967), el ser humano está en manos de una sociedad que le manipula a su antojo: ‘el consumidor no es soberano, como la industria cultural desearía hacer creer, no es su sujeto sino su objeto’ La presión que ejerce la sociedad del conocimiento sobre el individuo lo lleva ahora de la individualidad a la pseudo individualidad, sin cancelar el proyecto individualista y sus implicaciones en la formación de los seres humanos. Esta pseudo – individualidad se halla vinculada a una identidad sin reservas con la sociedad. La capacidad de abarcar los diferentes espacios de la otidianidad de los individuos, la pertinaz repetición de las notas o paquetes de información, así como la virtual estandarización de la información multiplicada en su cantidad y en su calidad, hacen de la moderna y actual forma de la cultura de masas un medio de in cantidad y en su calidad, hacen de la moderna y actual forma de la cultura de masas un medio de inaudito control psicológico, ya de por sí analizado con base en los ya primitivos recursos de la radio y la televisión.

Los productos de la sociedad del conocimiento, están hechos de forma que su aprehensión adecuada exige por supuesto rapidez e intuición, dotes de observación, competencia específica, pero a la vez limita la actividad mental del espectador, si éste no quiere perderse los hechos que pueden pasar vertiginosamente ante sus OJOS. La velocidad y la cantidad de la información que se puede obtener con los recursos tecnológicos de las comunicación y la información responden a una racionalidad ampliamente estandarizada, incluso regulada; sin embargo, según Habermas, «‘los procesos de comunicación necesitan una tradición cultural que cubra todas las esferas, cognoscitiva, moral – práctica y expresiva» . De esta manera, una vida cotidiana racionalizada y estandarizada, sufrirá de un virtual y real empobrecimiento cultural, ya que sólo se deja abierta al esfera cognoscitiva dando acceso a uno solo de los complejos conocimientos especializados.

Con Baudnllard, encontramos un análisis de las condiciones en que ocurre el fenómeno de la sociedad del conocimiento, al señalar que el período de la producción y el consumo que representaba toda una «serie de actos heroicos», de inspiración incluso subconsciente, dio paso a lo que denomina la era ‘proteínica’ de las redes, de las conexiones, de los contactos, de la ontigüidad, generalizada que acompaña al universo de la comunicación . El propio Baudrillard enfatiza en que la age generalizada que acompaña al universo de la comunicación . El propio Baudrillard enfatiza en que la agente ya no se proyecta en sus objetos, con sus afectos y representaciones, sus fantasías de posesión, pérdida, duelo o celos, y afirma que, en cierto sentido de ha desvanecido la dimensión psicológica.

El autor sostiene que cada persona se ve ante los mandos de una máquina hipotética, aislada en una posición de soberanía perfecta y remota, a gran distancia de su universo de origen. Al respecto, menciona el autor . Esta realización de un satélite vivo, en un espacio cotidiano, in vivo, corresponde a la satelización de lo real, lo que llamo el «hiperrealismo de simulación»: la elevación del universo doméstico a un poder espacial, a una metáfora espacial, con la satelización del pisito de dos habitaciones cocina y baño puesto en órbita en el último módulo lunar. La misma naturaleza cotidiana del hábitat terrestre constituido en espacio significa el final de la metafísica.

Ahora comienza la era de la hiperrealidad. Lo que quiero decir es esto: aquello que se proyectaba sicológica y mentalmente, lo que solla vivirse en la tierra como metáfora, como escena mental o metafórica, a partir de ahora es proyectada a la realidad, sin ninguna metáfora, en un espacio absoluto que es también el de la simulación. Todos los cambios que ha implicado la sociedad del conocimiento proceden de una tendencia irreversible hacia tres cosas: a) una abstracción formal y operacional cada vez mayor de elementos y funciones y su homogeneizacion en un solo proceso virtual de funcionalización; b) el desplazamiento de los movimientos y esfuerzos 4