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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN MARTIN ESCUELA DE HUMANIDADES PROBLEMAS SOC 0 p PRIMERA EVALUACIÓ PROFESOR: OMAR TOBío ALUMNA: VALERIA BOTTERO FECHA: MAYO DE 2013 TEMPORÁNEOS otros. Los barrios periféricos han crecido por factores demográficos como las inmigraciones y el crecimiento natural de la población urbana. Los migrantes y urbanos reaccionan al nivel de los precios y la escasez de la vivienda instalándose en terrenos de forma ilegal. Áreas desvalorizadas o excluidas son propicias para la ocupación.

Sigal reconoce al fenómeno de la invasión de los terrenos como una experiencia social del derecho de iudadan(a. Los que viven en las villas no pueden acceder a otras modalidades residenciales. En relación a la marginalidad espacial, la autora realiza una distinción entre pobreza de la vivienda y marginalidad espacial, considerando que el rasgo principal de esta última es la ocupación ilegal de los terrenos. Cabe aclarar que esta ocupación y la extensión de los barrios marginales, son una consecuencia de la disociación entre el trabajo y la vivienda, entre mercado y vivienda.

Sigal destaca al espacio como un lugar de privilegio de interacción entre las masas marginales. Es importante considerar que esta situación territorial va de la mano con la situación económica de las poblaciones marginales y la falta de oferta hecha por la sociedad. Como afirma Sigal «una mala vivienda es consecuencia de ingresos reducidos, a su vez ligados a una situación marginal en el mercado del trabajo». Sin embargo, los habitantes de las villas realizan actividades insertas en los circuitos de producción y de consumo nacional. No sólo viven del delito.

La mayoría se caracteriza por poca estabilidad del empleo, desarrollo de actividades por cuenta propia y una pobre nserción en la industria en los trabajos menos calificados. La pobreza de la villa es el resultado de mecanismos de explotación propios de la sociedad urbana. Los barrios marginales no son unidades mecanismos de explotación propios de la sociedad urbana. Los barrios marginales no son unidades sociales auto-subsistentes. La villa sería un microcosmos que incluiría y acumularía los factores que caracterizan el macrocosmos social.

La favela es la síntesis de un mundo más amplio, de explotación social en el cual se intregra. La identidad de habitantes surge a partir del hecho de que os «habitantes marginales» son trabajadores insertos de modo inestable en el mercado del trabajo, sus actividades son inestables y muy diversas. Esta característica produce un fortalecimiento de su «identidad de habitantes» y les brinda entonces la posibilidad de encontrar «objetivos comunes», referidos al espacio, a la vivienda y a los servicios colectivos.

En la villa esta identidad les permite establecer una red de relaciones sociales, de reciprocidad entre los vecinos y muy especialmente entre las familias. Como marginales, los habitantes de las villas no están aislados de la política. La villa de emergencia en América Latina fue el lugar de solidaridad y de reivindicación comunes. La interacción entre la existencia de los barrios marginales y el Estado da lugar a un proceso conflictivo de definición de una nueva ciudadanía urbana.

El espacio aparece como el lugar privilegiado de interacción entre masas marginales y el Estado. Para Lomnitz la marginalidad está asociada a la exclusión, a una producción social inadecuada de integración de las instituciones de protección social y de integración laboral. Esto tampoco se daría solamente en las villas, sino que se extiende a distintas artes del entramado soci lo tan 30F sino que se extiende a distintas partes del entramado social actual. or lo tanto la condición de excluido o marginado, no estaría dada por el hecho de vivir o no en la villa. Según Puex Las villas son una parte de un sistema social complejo que conoce procesos de cambio y socialización muy fuertes que afectan la coherencia interna y los lazos solidarios. Cada contexto histórico, social y económico le va dando una forma particular de articulación al lazo social en la villa entre los vecinos, entre la villa y el barrio, la villa y el Estado.

El crecimiento de villas y asentamientos informales es consecuencia directa de la dificultad de acceso formal al suelo para grandes porciones de la población. De modo que cómo unica salida aparente, mediante estrategias de ocupación y autoconstrucción, o la incorporación al mercado inmobiliario informal, se lanza a las villas una cantidad creciente de habitantes. Mucha migración interna y de países limitrofes asi como familias que protagonizaron abruptos descensos en sus niveles socioeconómicos encuentran dentro de las villas respuestas que la propia ciudad abierta no le ofrece.

Desde un punto de vista externo, parecen comunidades cerradas, pero están más integradas a la sociedad de lo que parece. Las prácticas de sus habitantes como sus representaciones simbólicas tienden a mostrar continuidad con el resto de la sociedad. Los conflictos en la villa son expresión de la desestructuración y la crisis social e institucional que vive el conjunto del país. Hábitat, trabajo y migración no están siempre relacionados con marginalidad. Las situaciones marginales en plural no existen.

Las villas son sólo una de las manifestaciones de la pobreza y se articulan con l conjunto de la población global. Tienden a funcionar como las demás categorías se articulan con el conjunto de la población global. Tienden a funcionar como las demás categorías de la sociedad, como una parte integrante del mismo todo social. (Sigal 1555) La situación marginal es la no correspondencia entre la definición societaria de los derechos reconocidos y el goce de esos derechos.

En América Latina es marginal quien no goza los derechos proclamados por el Estado, viva o no dentro de una villa. 2 2) En la modernidad existía un deseo de transformar por medio del esfuerzo, el mundo. De incrementar la riqueza material a disposición de la especie humana. El hombre comenzó a ser estimado por sus conductas laborales, por los esfuerzos que realizaba para alcanzar esa riqueza. El trabajo se transformó en el núcleo central en la construcción de la identidad personal y social.

En nuestro pa•s, hace algunas décadas, un proceso de transformaciones del lazo social sobre los jóvenes en entornos de precariedad, hizo que al no conocer trabajo formal, al perder el sentido moderno del trabajo, lo reemplazaran por el de la provisión, que permite la alternancia entre trabajo y delito. El desempleo creciente, el retiro del estado de bienestar, la falta de alternativa de ingreso las instituciones de contro isfunciones crecientes de 0 ico, generaron rupturas aumentando, junto con la degradación general del sistema social e institucional que se manifiesto en la sociedad en su conjunto.

Las villas de emergencia, no son un sistema social autónomo, pertenecen a la sociedad argentina y sufren las consecuencias de la realidad histórica de ésta. La Villa, que fue en su origen creada como lugar temporario para obreros y otros trabajadores, fue estigmatizada y violentada por la dictadura militar en los 70s, ufrió el deterior de la situación económica y laboral producto de la hiperinflación de los 80s.

Padeció como todo el pais la pobreza, los cambios en la división social del trabajo y la estructura productiva, la crisis que generó violencia. En los 1990s. El crecimiento del delito y la violencia aumentaron su imagen como «aguantadero», de delincuentes. Fuertes cambios en la estructura social tuvieron lugar como consecuencia de la precarización del empleo y el desempleo y se instaló la droga. s habitantes de la villa habían participado de la construcción de la identidad sobre valores como el trabajo, la ayuda al vecino y el sfuerzo que los llevaría a alcanzar una vida mejor en el afuera. El desempleo provocó una crisis económica y de identidad. Mientras este modelo se derrumbaba, crecieron la pobreza, la precariedad de los puestos, las bajas remuneraciones sin cobertura social n’ protección del Estado y cayeron los ingresos de la clase media, de los que dependían los trabajos de la villa.

Las mujeres tuvieron que salir a trabajar, lo que generó un cambio de relaciones sociales y de género. Los jóvenes con baja calificación y sin experiencia podían acceder sólo a puestos precarios, inestables, de corta duración, mal remunerados. Fueron intercalando desempleo, subempleo, y oscilando entre delito y trabajo, en un sitema de alt Fueron intercalando desempleo, subempleo, y oscilando entre delito y trabajo, en un sitema de alternanacia, de doble ocupación. Apareció la lógica de proveedor.

Estas generaciones son las primeras en hacer un pasaje del trabajo a la provisión en la que la legitimidad ya no se encuentra en el origen del dinero, sino en su utilización para satisfacer necesidades. La inestabilidad laboral, que se va naturalizando en los jóvenes a medida que el trabajo estable se desdibuja de la experiencia transmitida por los dultos, no les permite la formación de una identidad laboral, la construcción de un oficio, dificulta la formación de lazos con los compañeros. Hace que se pierda la capacidad formativa del trabajo.

En la lógica de la provisión hay desdibujamiento de la ley, aparece un rechazo a la misma por su inutilidad, pero los jóvenes saben diferenciar las acciones legales de las que no lo son; incluso el trabajo, forma parte del imaginario de los jóvenes, aunque en muchos casos nunca hayan visto a sus padres trabajar Sin embargo, el incremento del desempleo, debilitamiento e transmisión de valores vinculados al trabajo y al esfuerzo propios de la modernidad, el contexto de provisión, generan un crecimiento del delito. La situación de desempleo no permite constituir redes solidarias, se rompe el círculo de confianza que otorgaba reputación en la villa. Se generan crisis económica y violencia interna. Se pierde la función social con la que había surgido . El contexto de crisis imposibilitó a los villeros el construir una identidad positiva transmisible a sus hijos. D 7 OF crisis imposibilitó a los villeros el construir una identidad positiva ransmisible a sus hijos. Disminuyen los lazos de ayuda, surge la resignación frente a la condición de marginado.

Aparecen distintos tipos de violencia y variedad de respuestas como control social propio de la Villa. Los jóvenes quedan solos frente a la aparición del consumo de drogas. Se genera desconcierto en los padres, rechazo, sentimiento de fracaso. Todo este contexto generó un comportamiento delictivo entre los jóvenes de la villa, que por su formación deficiente, poca información y contactos, deben dedicarse a delitos de baja categoría, no pueden ser «profesionales», lo que supondría na idea de «carrera» con fases de formación por etapas.

Están destinados a ser perejiles, quienes comenten delitos por una situación coyuntural, no enmarcadas en una práctica laboral, como los homicidios pasionales. Cachivaches, que hacen del delito una práctica recurrente, pero desconociendo los códigos que la regulan, atacando a los más débiles, usando la violencia y que mantienen un contexto desorganizado, relaciones débiles, donde no hay control del territorio físico ni racionalidad profesional, no hay actividades instrumentadas para el mantenimiento del grupo. Ratas, que reducen las cosas que oban en la villa y a la vez cumplen el papel positivo y protector que la policía no cumple.

Los vecinos los respetan e integran a la relación social de la villa, mientras respeten los valores y normas. Delincuentes que no actúan en la villa: Mantienen buena relación de intercambio recíproco con sus vecinos. Respetan las normas de convivencia de la villa. Son fuente de ingreso para la familia. Actividad que exige determinado grado de práctica. En este contexto de crisis y violencia aparece la socialización de ba 80F grado de práctica. En este contexto de crisis y violencia aparece la socialización e bandas de chicos para el consumo de drogas, dejan de ser válidas las normas y valores que regulaban las relaciones sociales.

Los vecinos que tienen hijos delincuentes que molestan a la gente del pasillo, son dejados afuera de las redes solidarias y marginados dentro de la villa lo que produce la sectorización de la misma. Las relaciones con el barrio son complicadas, violentas y depredadoras por los actos de robo y agresión. Algunas formas de violencia son aceptables y otras son rechazadas porque rompen el lazo social dentro de la villa. Entre las formas más comunes encontramos: Peleas entre bandas, obos con violencia, uso de arma blanca y de fuego, ajustes de cuenta y venganza.

La facilidad para conseguir armas y el consumo de drogas de mala calidad aumentan este flagelo. Frente a estos comportamientos aparecen por parte de los adultos dos actitudes: Desconcierto: rechazo, fuerte demanda institucional en un contexto de instituciones incompetentes. Se acentúa el sentimiento de abandono y marginalidad. Los padres están solos frente a situaciones de violencia o degradación de las normas que regulan las relaciones sociales de la villa. Complicidad: Justificar los delitos. Beneficiarse de los robos. Aceptar las desviaciones de los hijos si no molestan a los vecinos.

La villa está dividida en sectores que constituyen fronteras. Las formas de reciprocidad se hacen cada vez más difíciles de mantener en un contexto de degradación social generalizada que se observa entre otras cosas, en dos comportamientos: «antichorros» que no respetan los códigos «profesionales», «loquitos», robos entre vecinos y «perros rabiosos» jóvenes con un tipo de desocialización muy grave, que terminan muriendo victim «perros rabiosos» jóvenes con un tipo de desocializacón muy rave, que terminan muriendo víctimas de su propia violencia. La disminución del valor social del trabajo, como consecuencia de la precariedad, Inestabilidad y fa ta de trabajo , la no obtención de un lugar para trabajar puede producir una desorganización de la personalidad o un retraso en la conformación de la identidad social. Muchos jóvenes en América Latina y Argentina han sido arrojados a un vacío significacional, frente a la pérdida de representaciones de la realidad construidas en torno a certezas como el valor del estudio, del trabajo en la configuración de un royecto personal y social. » L.

Marin (Univ. Nac. De San Luis) 4 Bibliografía: Lomnitz, Larissa Adler de; «La marginalidad como factor de crecimiento demográfico»; México, DF; El Colegio de México, Centro de Estudios Económicos y demográficos, v. 9, Na 1 , 1 975 Nun, José; «Introducción» Nun, José «Nueva visita a la teoría de la masa marginal» Siga’, Silvia: «Marginalidad espacial, Estado y ciudadanía» Puex, Natalie; «Las formas de violencia en tiempos de crisis: una villa miseria en el Conurbano Bonaerense» Kessler, Gabriel; «Delito, trabajo y provisión» 0 DF 10