Los años 90 – américa latina y el consenso de washington

Los años ’90: América Latina y el Consenso de Washington Por Augusto D. Lafferriere * 1. Introducción. El presente trabajo tiene por objetivo abordar la evolución de los parses latinoamericanos en los años ’90, y comentar el rol que las reformas inspiradas en el llamado «Consenso de Washington» tuvieron en el desempeño de la economía en estos or6 parses. to View nut*ge En primer lugar, se h el anterior modelo sustitutivo de exportaciones y su reemplazante, el llamado primer Consenso de Washington. Luego se abordarán las diferencias que caracterizaron al segundo Consenso de Washington.

Más adelante, entraremos de fondo en el análisis de la performance de América Latina en la década de los noventa, respecto a los indicadores macroeconómicos y el crecimiento: movimientos de capitales, el comercio internacional, el desempeño macroeconómico, la inversión extranjera directa, el PBI, etc. Finalmente, se harán algunas consideraciones, a modo de conclusión. Internacional Público, Relaciones Internacionales y de la integración regional, del Colegio Público de Abogados de la Captal Federal (CPACF), Argentina. Los años ’90: América Latina y el Consenso de Washington

Dicho modelo se caracterizó por un Estado interventor, con empresas públicas en ciertos sectores estratégicos, marcado proteccionismo con altos aranceles, la búsqueda de la autarquía, la regulación, y la poca apertura a los flujos de capitales 1 El modelo que lo reemplazó, llamado comúnmente Consenso de Washington, comienza a ejecutarse con las primeras reformas en las econom[as del Cono Sur (Argentina, Chile, Uruguay), basadas en la apertura unilateral de la econom(a, la libre circulación de los capitales, el achicamiento del Estado, la desregulación, la rivatización de empresas públicas, la búsqueda de inversión extranjera directa y endeudamiento externo como forma de financiamiento de los déficit comerciales, etc. Este modelo fue ejecutado con vigor en los años ’90, y luego de la crisis mexicana de 1994-1995 (conocida como «efecto tequila»), tuvo sus prmeras criticas, que dieron lugar al denominado Segundo Consenso de Washington, que puso su acento en la calidad de las instituciones, además de mantener el recetario anterior del Prim Consens03. etc. todos los pa(ses con diferentes matices aplicaron las recomendaciones conomicas en boga para lograr el tan deseado desarrollo y crecimiento. Analizando los indicadores económicos, podremos tener una idea general sobre la performance de dicho modelo de crecimient04. a) Comercio Internacional: sobre dicho modelo, véase BIRDSALL, N. y LOZADA C.

Shocks externos en economías vulnerables: una reconsideración de prebisch, y BOUZAS, R. y FFRENCH-DAVIS, R. , La globalización y la gobernabilidad de los países en desarrollo, en CEPAL, Cincuenta años. Reflexiones sobre América Latina y el Caribe, Santiago, 1998. 2 V. , On the philosophical, political and methodological nderpinnings of Reforms, First Draft, 2003. 4 International Agenda in Latin America, LATN, FLACSO, Buenos Aires, 2000. 2La frase que sintetizó dicho pensamiento fue «Let’s the market do the jab». Sobre los modelos, las reformas y sus criticas, se puede ver con provecho FANELLI, J. M. y popov, Sobre los indicadores economicos, véase FANELLI, J. M. Macroeconomic regimes, growht and the 31_1f6 Los años ’90: América Latin nso de Washington poco valor agregado); e importando a su vez bienes de capital e intermedios, y ciertos bienes de lujo en épocas de bonanza conomlca. Mientras las exportaciones crecieron a una tasa del 2,6 y las importaciones a una del 7,8 en la década de los ’70, en los ’90 lo hicieron al 9,0 y 14,0 % respectivamente, lo que muestra el grado de apertura alcanzado tras varios años de aplicación del nuevo modelo. b) Movimientos de capital: Con la liberación financiera, los movimientos de capitales pasaron a ser un factor decisivo para la estabilidad macroeconómica y el crecimiento en Latinoamérica.

Los flujos de capital permiten importar ahorro externo para financiar inversión o onsumo nacional, postergando ajustes en la balanza comercial. También, no obstante, permiten que el ahorro nacional se canalice hacia el extenor, con graves consecuencias sobre el equilibrio macroeconómico (que a su vez está fuertemente ligado al crecimiento). De este modo, hubo en América Latina crisis financieras recurrentes, salidas de capitales masivas, inversiones con riesgo volátil, etc. c) PBI y volatilidad: La tasa de crecimiento del PBI fue muy fluctuante durante este período, pues el crecimiento está fuertemente ligado a la volatilidad en los ngresos por exportacione a la disponibilidad de capi rcado mundia15. lujos de capital a países en desarrollo, debido a las crisis de la deuda externa y el alza de las tasas de interés en los Estados Unidos. d) Consumo e inversión: La misma volatilidad del PBI es producto de la volatilidad que tiene el consumo y la inversión en América Latina, que dependen de los precios internacionales de las exportaciones de la región y de los ciclos de la economía mundial (flujos de capital, tasas de interés, etc. ). La inversión tuvo un coeficiente de variación de 7,1% en Argentina, y 3,5% en México, por ejemplo, mientas que lo aceptable en países desarrollados es que no supere el 2,5%. El consumo, por su parte, varió 2,4% en Argentina, y 2,3% en Chile, mientras que en países desarrollados no supera el 0,7%. 4. Consideraciones Finales.

Luego de este breve análisis, podemos observar que el desempeño de América Latina a causa de la aplicación de las reformas inspiradas en el Consenso de Washington ha sido mediocre: el PBI no creció ni pronunciada ni sostenidamente, ha habido fuertes shocks debido a cuestiones extrarregionales, los aíses han tenido fuertes Sl_1f6 déficit en sus respectivas b deuda externa de la región mismo fin, la reforma de la arquitectura financiera doméstica debe ser sistemática y consistente con la arquitectura financiera internaciona17. No basta con una política fiscal prudente, y ni tasas elevadas de ahorro interno ni los controles de capital aíslan a la economía del pánico financiero.

Se necesita consolidar el sector financiero en el largo plazo, y hacer otras refo rmas institucionales (distribución del ingreso, sistema tributario, deuda externa, etc. )8. Sobre la volatilidad, puede verse CARRERA, J. , Escudo antivolatilidad, Diario Clarín, Suplemento Económico, 10/VIII/2003. 6 Challenges of crisis prevention, BONDAD, 2001. 7 implications for Domestic Financial Architecture, Federal Reserve Bank of Atlanta, 2001 8 40CAMPO, J. A, Counter-cyclical policies in the developing wolrd, en TEUNISSEN, J. J. (Editor), New FANELLI, J. M. y MEDHORA, R. , The Emerging International Financial Architecture and its Véase BIRDSALI— N. y LOZADA, C. Shocks externos en… (op. cit. ). Se debe promover una ins inámica y diversificada en el comercio