Apuntes de Psicología C. Perez Testor, J. A. Castillo y M. Davins 2009, VOI. 27, número 2-3, págs. 197-217.
ISSN 0213-3334 Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental, Psicoterapia psicoanalítica de pareja Universidad de Cádiz, Universidad de Huelva y Universidad de Sevilla Psicoterapia psicoanalítica de pareja: teoría y práctica clínica Carles PEREZ TESTOR Josep Antoni CASTILLO GARAYOA Monserrat DAVINS P OF44 Universidad «Ramon ‘I» p Resumen Se revisan las princip realizadas en el ámbi s y técnicas la psicoterapia psicoanalítica de pareja, así como la evidencia empírica sobre la eficacia efectividad de dicho tratamiento.
Desde la perspectiva teórica, el presente trabajo se centra en las modalidades psicoanalíticas de pareja que se nutren fundamentalmente de la escuela de las relaciones objetales, a partir de sus ramificaciones británica y norteamericana, asf como de la teoría del apego. La relación de pareja, como cualquier vínculo, tiene su raíz en las experiencias relacionales que se han ido sucediendo desde la infancia. Se discute la importancia de la identificación proyectiva como mecanismo de constituirán dos aspectos fundamentales del tratamiento.
En la última parte e este trabajo, se sintetiza nuestra experiencia de trabajo con parejas en la Unidad de Pareja y Familia de la Fundació Vidal Barraquer. Palabras clave: psicoterapia de pareja, teoría, clínica. Abstract The main theoretical and technical contributions in the realm of couples psychotherapy are surveyed, as is the empirical evidence on the efficacy and effectiveness of this treatment. From the theoretical perspective, this study focuses on the modalities of couples psychotherapy that primarily draw from the school of object relations in its British and American branches, as well as attachment theory.
Couple relationships, just llke any affective ties, are rooted in relationship experiences since childhood. This article discusses the importance of projective identification as a crucial defence mechanism for the normality or psychopathology of the relationshp. With regard to the clinical appro- Dirección de los autores: Facultat de Psicologia, Ciéncies de l’Educacló i de l’Esport. Blanquerna. c/Cister, 34. 08022 Barcelona. Correo electrónico: carlespt@fvb. es Recibido: abril 2009. Aceptado: junio 2009.
Apuntes de Psicología, 2009, Vol. 27, número 2-3, págs. 197-217. 197 Psicoterapia psicoanalítica 44 egulating the intense emotions that they arouse are two fundamental aspects of the treatment. In the last section ofthis study, our work experience with couples in the Couple and Family Unit of the Vidal Barraquer Foundation is summarised. Key words: Couple Psychotherapy, Theory, Clinical Application. Los humanos, en general, tenemos grandes expectativas puestas en la relación de pareja.
Siempre ha sido importante, fuera por el tema de asegurar la reproducción de la especie, por la supervivencia física, o por obtener beneficios económicos o de estatus social, aunque desde la historia y la antropología se nos ha ostrado que la importancia de la familia durante siglos, ha sido superior al concepto de pareja. En las últimas décadas, en la sociedad occidental, ha aparecido un claro sesgo por el interés hacia la relación de pareja y esas expectativas que han aparecido tienen mucho que ver con el amor: queremos enamorarnos, sentir la pasión.
Lo que no esperamos es el conflicto, pero la relación de pareja es un campo ideal para la Intimidad, para la reciprocidad, para la sexualidad, y también para el conflicto. Buena parte de los pacientes que consultan a profesionales de la salud mental lo hacen en relación a conflictos e pareja. Y también, claro, aunque en menor medida, son las propias parejas las que buscan ayuda. El psicoanálisis ha desarrollado teorías y técnicas para comprender y tratar los conflictos de pareja.
A ellos dedicaremos las próximas páginas, que aca una 3 44 síntesis de nuestro trabalo (Barcelona). Diversidad de enfoques teóricos En la terapia psicoanalítica de pareja conviven diversas tradiciones teóricas, que 198 conducen a diferentes matices técnicos. Seguramente las más conocidas son las vinculadas a la escuela inglesa con el referente del The Tavistock Marital Studies Institute, e Henry V. Dicksy Guillermo Teruel, actualmente Tavistock Centre for Couple Relationships (TCCR), con Susanna Abse, David Hewison, Christopher F.
Clulow, etc. Otra escuela reconocida sería la francesa con autores de referencia como Didier Anzieu, Paul-Claude Racamier, René Kaes, Alberto Eiguer, André Ruffiot, Jean G. Lemaire, Jean Pierre Caillot. Y finalmente la escuela argentina con autores de referencia como Enrique Pichon Riviére, José Bleger, Jorge García Badaracco, Isidoro Berenstein, Janine puget, Ana Packiarz, Roberto Losso, Sonia Kleiman, Ezequiel Jaroslavsky, Hector Krakov, etc.
Como es de suponer con tantos autores, dentro de lo que hemos llamado «escuela» podríamos describir importantes diferencias en las aplicaciones técnicas, pero creemos que entre estas escuelas aparecen más aspectos que las unen que no que las separan. Además de estas tres escuelas, podríamos destacar también a distintos grupos italianos como los de Roma, Milán o Nápoles, con autores como Anna M. Nicolo, Vittorio Cigoli, Ondina Greco, Gemma Tr 4 44 C.
Zavattini, Daniela Cucar olvidar- nos por la importancia de sus aportaciones del grupo de Washington, con David Scharff y Jill ge. Todos estos autores y tantos tros, aportaron y aportan, teorías y técnicas para comprender desde el psicoanálisis el sufrimiento de las parejas. Nosotros en este trabajo, nos centraremos en dos principales líneas teóricas de la psicoterapia psicoanalítica de pareja: la teoría de las relaciones objetales y la teoría del apego.
Los psicoterapeutas de pareja que fundamentan su trabajo en las teorías de las relaciones objetales se subdividen en los que siguen la tradición de la escuela británica (Klein, Fairbairn, Erickson, Dicks, Winnicotty Bion), y de la escuela norteamericana (Jacobson, Sandler y Kernberg); las aportaciones teóricas de Margaret Mahler, por ultimo, constituyen también una referencia importante para algunos psicoterapeutas de pareja (spaulding 1997; perez-Testor, 2001 ; waska, 2008). La escuela británica de las relaciones objetales se desarrolla a partir de Melanie Klein.
La inicial perspectiva psicoanalítica del Individuo como generador de pulsiones que deben descargarse, da paso a un mayor peso del objeto, de la rela s 0F 44 de los movimientos incons síquicos (disociación, amenazantes, son escindidos inconscientemente de mi y proyectados en el otro, identificando entonces a ese otro (por ejemplo, la pareja) con eso «malo». Ahí e generarla el funcionamiento propio de la posición esquizo-paranoide, donde predomina el sentimiento de ser rechazado, el ataque, la culpabilización del otro, la envidia, o el aislamiento y la distancia emocional.
La psicoterapia intentaría favorecer el paso a la posición depresiva, donde predomina la asunción de las propias responsabilidades, la gratitud hacia el otro y el deseo de cuidar Y reparar. En la línea iniciada por Klein, aunque con notables cambios teóricos, Fairbairn destaca la búsqueda del objeto como motivación humana básica, mientras que Winnicott destaca el papel del contexto interpersonal n el que los humanos nos desarrollamos, en especial de un ambiente de contención, seguridad y protección.
El modelo de Bion «continente-contenido» también subraya la importancia de los elementos de contención para mitigar las ansiedades persecutorias que promueven distorsión de la comunicación y un alto nivel de hostilidad. A menudo las parejas se involucran en procesos relacionales donde se ve al otro como alguien que rechaza, que siempre quiere ser superior, que reprocha, mientras que uno mismo se considera víctima inocent 6 44 contiene permite el desarr sos promover bienestar y amor, en dos seres ue a su vez son independientes, con límites claros entre sí.
Estos son los procesos que el terapeuta -como veremos- intenta promover en la pareja. En conjunto, la escuela británica de las relaciones objetales plantea que el objetivo humano fundamental es establecer una relación significativa con los demás, de manera que la experiencia y la personalidad quedan organizadas alrededor de esas relaciones. Al igual que sucederá en la teoría del apego, Apuntes de Psicología, 2009, Vol. 7, número 2-3, págs 197-217. 199 C. Perez Testor, JA. Castillo y M. Davins el amor en la pareja se contempla como un ínculo análogo al que se establece entre el niño o la niña y su madre/padre, aunque en este caso la relación sería simétrica y ambos miembros de la pareja deberían generar ese espacio transicional (en términos de Winnicott) de cuidado y apoyo.
David Scharff y Jill ge Scharff son dos autores actuales de esta tradición. La linea teórica norteamericana de las relaciones de objeto se decantaría más hacia la importancia del yo en la vida psíquica y en las relaciones interpersonales. Siegel es uno de los psicoterapeutas de pareja representativos de esta tradición, y explica el conflicto e pareja en términos del sentacional que se va 7 44 generando a partir del relación de pareja.
Siegel -sintetizado en Spaulding (1997)- plantea cuatro niveles de desarrollo, en función de dicha diferenciación: confusión entre uno mismo y el otro (estructura esquizoide), separación entre uno mismo y el otro pero sin integrar las experiencias, de manera que persiste la polarización en buenas y malas experiencias (estructura borderllne), disociación basada en la idealización y la devaluación (estructura narcisista) y, por último, la constancia del self y del objeto, con una imagen más realista y ompensada de uno mismo y del otro.
Desde este enfoque, se considera la relación en la pareja como la ocasión de redefinir y reestructurar la identidad del self. En otros términos, la relación de pareja puede ser una oportunidad de desarrollo para revisar los modelos internos de trabajo o puede al contrario contribuir negativamente a perpetuar 200 los fenómenos de discontinuidad y disociación del self (el self extraño) y la necesidad de «externalizar» lo que no ha sido elaborado por los individuos (Santona y Zavattini, 2005; orbach, 2007).
En una tercera línea teórica psicoanalítica adscrita a las relaciones e objeto, Margaret Mahler es otra de las autoras inspiradoras importantes, por ejemplo para terapeutas de pareja como Bader y Pearson (Spaulding, 1997). El concepto de simbiosis es central en la teoría de Mahler, par 8 4 modo de relación en que I ón esa situación simbiótica inicial, que sería normal en el inicio de la vida.
Aunque influida por otras disciplinas (etología, evolución, psicología cognitiva), la teoría del apego forma parte de las teorías de base psicoanalítica (Marrone, 2001) o, al menos, presenta convergencias evidentes con ella (Fonagy, 2001 Cabe destacar también u estrecha conexión con las neurociencias (Goldstein y Thau, 2004).
Como señala Clulow (2003), para la comprensión del desarrollo y de la cultura humana, la teoría del apego tiene en cuenta los procesos inconscientes, los mecanismos de defensa, la formación de un mundo interno de relaciones de objeto y la influencia mutua entre todo ello y el ambiente social del individuo. El apego sería uno de los tres sistemas conductuales innatos determinantes para la relación de pareja: los otros dos son la sexualidad y la capacidad de cuidar y apoyar al otro.
El apego adulto se configura partir de las experiencias que cada persona ha vivido en su familia de origen, especialmente a partir del grado de sensibilidad de las figuras de apego (padres) a sus necesidades afectivas. Cada tipo de apego comporta un tipo de expectativas, creencias y objetivos respecto a la relación con los demás (véase un resumen en Castillo y Med 44 Hazan Shaver (1987) fue os que conceptualizaron respuestas a la pregunta «¿puedo contar con que mi pareja estará ahí si la necesito? . Una respuesta afirmativa, «sff, correspondería al apego seguro: hay confianza en el otro, comunicación y una relación flexible de cooperación. La respuesta «quizás» sería propia de las personas con apego ambivalente, que mantienen una actitud vigilante, que tienen miedo a perder al otro y necesitan reasegurar constantemente la relación, a través de la adhesión y/o de la ira.
Las personas con apego evitativo responden «no» y, en consecuencia, desconfían, evitan la proximidad y niegan la necesidad de vincularse. Las dimensiones ansiedad y evitación dan lugar a otra tipología de apego adulto (Bartholomew, 1990; Bartholomew y Horowitz, 1991): apego seguro, caracterizado por baja ansiedad y baja evitación (proximidad) en las relaciones nterpersonales, preocupado (alta ansiedad, baja evitación), temeroso (alta ansiedad, alta evitación) y distante-evitativo (baja ansiedad, alta evitación).
La conducta de apego se activa ante la percepción de amenaza, la cual a su vez es producto de procesos subjetivos e intersubjetivos, individuales y propios del tipo de relación que se ha establecido en la pareja. En una relación de pareja caracterizada por el apego seguro, cada miembro de la pareja puede moverse de manera flexible y apropiada entre la posición de dependencia hacia la pareja y de que el otro dependa de él/ella. Las 0