Libia después de Gadafi El dictador libio Muamar el Gadafi fue abatido el jueves en Sirte, su ciudad natal, último reducto del régimen que ha dirigido durante 42 años. Ocho meses después de que los rebeldes iniciaran su lucha en Bengasi, y dos después de que la capital Trípoli cayera en sus manos, llegó la hora de Sirte. Y, con ella, la del coronel que desde 1969, cuando asaltó el poder a los 27 años de edad, ha controlado el país con mano de hierro y ha jugado un papel desestabilizador en la escena internacional.
Inspirados en el nacionalismo árabe del egipcio Gamal Abdel Naser, Gadafi y un grupo de jóvenes oficiales depusieron al rey ldris en 1969. Al poco, Gadafi acaparó el poder y empezó la construcción de la Yamahiri a su su uesto gobierno de las masas, que pretendi o y el comunismo, org en islámico. Libia promoviendo una ve Sv. ipe to había hallado a fines tr eras y era un país afi nacionalizó y con posibilidades de mango a to next page placer estos recursos, amparándose en su discurso nacionalista, ambién en el terror, y agitando el fantasma colonial.
Hermano líder, Guía hacia la era de las masas, Rey de reyes de África o Líder de la revolución son algunos de los títulos que se otorgó el extravagante, teatral y errático Gadafi. Con el paso de los años, Muamar el Gadafi ganó protagonismo global, alentando movimientos terroristas en Europa u Oriente Medio, y auspició acciones como el atentado contra un avión de la Pan Am sobre Lockerbie, en Escocia, donde murieron 270 personas. Su país se convirtió en un apestado en el foro nternacional. Como tantos dictadores, Gadafi llegó a creer que su régimen era ilimitado.
Pero la primavera árabe, que en cosa de un año ha renovado el norte de África, dio al traste con esa creencia. Primero fue únez, cuyo dictador Ben Ali, insaciable cleptócrata, pudo huir en enero a Arabia Saudí. Luego Egipto, donde la marea democrática cuajada en la plaza Tahrir facilitó la detención de Hosni Mubarak en febrero. Y más tarde Libia, donde el choque de gadafistas y rebeldes (apoyados por aviones y navíos de la OTAN) eja tarde Libia, donde el choque de gadafistas y rebeldes (apoyados por aviones y nav(os de la OTAN) deja miles de muertos.
Todo eso ya es historia. El Consejo Nacional de Translción (CNT) libio logró, al poco de constituirse, el reconocimiento de las principales cancillerías occidentales, interesadas en asegurarse opciones de suministro petrolífero y de negocio en la nueva Libia. Pero este apoyo no le bastará para vencer los actuales desafíos. La hoja de ruta del CNT incluye un gobierno de transición, una ueva constitución y, en año y medio, elecciones libres.
Ahora bien, no será fácil apaciguar y desarmar a los milicianos. Ni salvar las diferencias entre liberales, islamistas y demás grupos del CNT, hasta ahora cohesionados contra Gadafi. Ni avanzar hacia los pactos necesarios para que, muerto Gadafi, el país abrace otra cultura política… pese a todo ello, debemos subrayar que Libia dispone hoy de una espléndida oportunidad para caminar hacia un régimen con más derechos, libertades y democracia. Ojalá la aproveche. 31_1f3