Nuestros cuerpos renuevan constantemente las células mediante la división celular y ninguna parte de nuestro cuerpo tiene más de 7 años. Para dividirse las células tienen que realizar una inimaginable proeza ya que nuestro ADN contiene 3. 200 millones de pares de bases, y como la división celular se da cada 24 horas, nuestras células tienen que mover cada segundo más de 44. 000 pares de bases al lugar correcto.
Los materiales para esta gran tarea vienen de lo que comemos, i las células no tienen todo el material necesario a causa de la malnutrición pueden producirse errores y perderse información. Los epigenéticos pueden funcionar a una escala más rápida anulando y activando genes en una sola generación, permitiendo respuestas rápidas a los cambios medioambientales. Esto hace de Swipetoviewn ‘t p la epigenética la «bo En el caso de los beb nac K0MaHAa OF2 nue I út Swige to vlew next page I ecwposawe o que acaban de
OKHO Cnpa3Ka nacer, se ven afectados por la alimentación que reciben. Lo que comen los primeros meses de vida programa sus cuerpos para el resto de sus vidas. Y no sólo es importante el alimento, sino el material en el que se sirve. Por ejemplo se explica el caso de los biberones hechos de policarbonato contienen una sustancia que se desprende en pequeñas cantidades, el Bisfenol A, o BPA, un material fundamental que se utiliza en la producción de plásticos en los contenedores de productos de larga duración, de resistencia al calor y de seguridad. unque los genes no cambian, el entorno en el que se desarrollan modifica la forma en la que se expresan, o su programación, dando lugar a diferentes fenotipos, pero aparte de la alimentación, hay otros factores ambientales que alteran la expresión genética del bebé: estrés potenciales tóxicos (como pesticidas o BPA), microbios, ausencia extrema de microbios etc.