El chile de margot loyola

¿Qué hace que Chile sea Chile?.. Diré lo que me corresponde de mi mundo, en el corral de quienes me acompañan en la misma huella y me enseñan Chile. ¿Qué hace que Chile sea Chile?… su historia, su palsaje y su gente. Según cuenta la leyenda cuando Dios creó el mundo le sobraron montañas, desiertos, ríos, árboles, hielos eternos, lagos, y los ángeles le preguntaron ¿qué hacemos con todo esto? El respondió: itirenlo detrás de esa cordillerai De esta manera es que somos la sumatoria de muchos paisajes… en este paisaje vive su gente, nuestra ente: el minero en el filón, el pampino n la pampa, el pesc en la montaña, orfi _ el a a día, cada uno el mapuche en la Ara luchando por su pan. Contaré algunas hist re durante la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo, en una calle, a todo sol, entre flautas, banderas y tambores, de cofradía de chinos que bailaban su fe a la Virgen del Oro. Don Rogelio Alamiro Ramos González tenía 80 años de edad en 1972 y dirigía el Baile Chino N D 1: «criáo y nacio en los campos, anduve en senderitos onde apenas cabían la pata de los burros.

Fui pastor de cabras y ovejas, arriero, minero y agricultor. También pastor to nex: page e almas, con más de 100 discípulos que siguieron la huella de mi fe, gentes del norte, entre ellos el cacique de Sotaqu(, Marcos Gómez. Crié animales pa’ darle educación a mis cinco hermanos… llegué a tener 50 animales, o más… jamás le he tomáo una hilacha a nadie… algunos dicen: tengo plata, pero… ¿y la conciencia? El dinero tiene el poder, yo tengo mi poder en la fe… las grandes compañías tiene las palabras… o tengo las mías, claritas como el agua • e la vertiente» No fui a la Escuela, pero aprendí a leer en un peazo del Diario El Chileno de La Serena, de letra más visible que el d(a… hí junté las letras y aprendí a leer. Dios me dio el entendimiento. Encontré el peazo de diario sujeto en un espino, algo me atrajo… tomé el papel, lo doblé y lo guardé, me atrajo, yo no sabía lo que era. Iba preguntando como se llamaban las letras a una y otra persona, ¿qué letra es esta? ?cómo se llama? … la huilla (fruto del palqui) da una tinta azul-negra, de ahí sacaba la tinta y escribía con ella, así formé una carta y aprend[ a escribir. «Hice el servicio militar. Iba a tener un arresto severo, me iban a meter preso, a la cárcel… ¿me puede dar permiso para hablar mi omandante? el comandante era chiqultito pero parecía dos por dentro. .» Y el comandante comprendió que en el caparazón de ese hombre humilde, pastor de cabras y ove dentro… hombre humilde, pastor de cabras y ovejas que tuvo por cama la tierra, por frazada el cielo y en su fe la esperanza, en ese hombre se escondía el valor, el ñeque, el talento, la sabiduría de un pueblo. Uno por fuera, miles por dentro. Nuestra segunda historia. Andando tras la huella de canciones un día fuimos a Calle, villorrio ubicado a 40 minutos de la ciudad de Ancud, Llegamos a casa de don Pedro Villegas, donde onocimos a la renombrada cantora de la región, doña Elcira Calbullanca, a quien llamaban carnosamente «la Chira».

Ella cantaba con voz baja y potente acompañándose con su acordeón de botones, con un «toqu(o» antiguo que solo recuerda la gente de edad madura. ‘ No tengo nada» – decía- «pero con mis perros soy feliz, (… ) crezco gallinitas para vivir, soy una chilota firme, brava. La vida me ha puesto el corazón de espino… » «Soy soltera vieja, vengo de tierras lejanas, vivo solitaria como hierba en el campo (… ) ante’ era gloria cuando cantaba (… a las cuecas cambiaba estribillo como quería.. Entre recuerdos y recuerdos la Chira nos cantó con voz entera, y nos habló de su vida con resignación, sin lamentos ni amargura, demostrando que sí era una chilota «de corazón de espino» Y llegamos con doña María Concepción Tole 31_1f6 era una chilota «de corazón de espino» Y llegamos con doña María Concepción Toledo, cantora, gultarrera, tejedora de mariposas en crines de Rari, amasandera, madre noble y amorosa, esposa decepcionada.

Su canto, ayer racimo de risas y alegría, después canto doloroso, ensombrecido por la rudeza de su vida, ha llenado los espacios del Maule, uedando en los ríos y las estrellas, también en mí. Tocaba sobre las cuerdas de su guitarra, generalmente afinada por transporte y en su posición horizontal. Cuando alguien papiroteaba (tañia) en la caja de su guitarra, sus manos se deslizaban como acariciándola, sus brazos acunaban su instrumento como otrora acuno a sus siete hijos paridos de un amor agreste que se desmoronó. Su madre, doña Chayo a quien conocí antes que a Marta, también cantaba.

Nacida y crecida en Rari, a los seis años fue transplantada por sus padres a los Rabones dónde escuchó las primeras tonadas y cuecas… cantadas por señoras» en trillas y fiestas famlliares. escuchaba calladita, después sentada en una piedra afinaba la guitarra de mi mamita y empezaba a buscar los tonos». «Y volviendo a mi marido, a mis hijos… cuando me casé no pude volar más y ahí quedé… andaban muchos revoloteando pero quedé con marido a la edad de 24 años… siempre tejí, con mi tejío compré todo este terreno y casita, crié o con marido a la edad de 24 años… iempre tejí, con mi tejío compré todo este terreno y casita, crié ocho hijos y una nieta… en el 76 y 77, cada día tejía una pareja de huasos, por cada areja pagaban 35 pesos… se compraba un kilo de pan, un kilo de azúcar, hierba, tecito»… – y llora- «trabajo y tristeza ha sido mi vida» . «he vivido para mis hijos y mis hijos para mi y todo lo compartimos»… orgullosa está de sus hijos. .»todos muy buenos, honrados y trabajadores»…. Hoy Maria Concepción esta tejiendo y cantando en las estrellas.

Un día estando en casa de María Concepción, frente a una gran ventana que da al camino, divisó una carreta con carbón: – Joven, idetenga su carretai Pase a refrescarse con agua viva y harina tostá. Veintisiete años tiene este joven alto y bien parecido, su ropa impiecita, camisa blanca y icomo le sienta la chupallai Viene desde Rabones, allá en la montaña, con su carga de sacos con carbón y recién comienza su largo caminar ofreciendo su producto. ¿Cuánto vale el saco? – mil ochocientos pesos Maria, ¿tienes carbón para preparar tus tortillas?

Comprémosle un saco y paguémosle un poco más. iQue señorío, que finura de modales de este muchacho; y habla de su vida sin quejarse, estoicamente. – Nos están cobrando por los árboles que cortamos para hacer carbón. ¿Y donde duerme? – En e Nos están cobrando por los árboles que cortamos para hacer En el camino, donde toca la noche, debajo de la carreta, encima de unos cueritos. ¿Qué come? – Pan de cebolla, charqui y su matecito. Vida de m… , pienso yo, ¿y que va a pasar con tanto carbonero de igual destino, cuando se terminen los árboles? carreta se aleja chirriando, lentamente detrás de los bueyes enyugados. Quedé con el corazón apretado; Sí… tengo que volver a ver a ese muchacho, quiero darle una canción, una sonrisa. Un amigo de María me dijo donde vivía, allá en Rabones. Y es así como su gente toda, de la que hemos mostrado solo nos ejemplos, las que han hecho que Chile sea Chile, una chilota de corazón de espino, una artesana cantora como las cientos que cantan a diario la tradición, los chinos en el norte en su adoración a la Virgen danzando en la esperanza… l minero, el pescador, el arriero, el mapuche, el aymara, el kaweskar, el rapa nui, el afrodescendiente, el mestizo… ellos son quienes hacen que en este paisaje de lunas, cielos, lluvias y vientos, con sus cantos y anhelos, sueños y angustias, seamos lo que somos. Margot Loyola palacios Premio Nacional de Arte Mención Música 1994 Cantora Maucha