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ATESTACIÓN Y ATRIBUCIÓN: hacia una ontolog[a del sí mismo como otro en Paul Ricoeur ATTESTATION AND ATTRIBUTION: toward an ontology of if same as another in Paul Ricoeur Horacio Hector Mercau * Data de recepção do artigo: nov//2011 Data de aprovaçáo e versáo final: dez/2011 Resumen: El siguient PACE 1 en el modo de ser de uj to View Paul Ricoeur planteo ra la r de su exaltación y su ‘n de ahondar do los pasos que sujeto después ermenéutica del mismo», insistiendo en a nocion e a es ación» y en la posibilidad de poner en conexión un sí mismo como otro que se interpreta como identidad narrativa en su dimensión teórica que se atestigua conminado por otro en su dimensión práctica a través de la noción de «atribución» del recuerdo. Podemos enumerar algunas intenciones filosóficas que atraviesan la obra de Paul Ricoeur titulada Sí mismo como otro.

Una intención consiste en disociar dos significaciones de la identidad y en buscar el puente que cubre la distancia de sentido surgida entre estos dos polos. La dialéctica de la mismidad y la ipseidad esta contenida en la noción de identidad narrativa. Esta identidad narrativa nos posibilitará el elemento de análisis del sr mismo en su dimensión nterpretativa o teórica. Otra intención filosófica pone en juego una dialéctica complementaria de la ipseidad y de la es la dialéctica del sí y del otro distinto de sí. Para acercarnos a esta estructura dialéctica utilizaremos la noción de «atestación». De esta manera analizaremos al si mismo en su dimensión práctica.

Palabras claves: Atestación, Atribución, Hermenéutica Abstract: The following work is intended to deepen in the way of life of the human person by following the steps Paul Ricoeur * Doctorando en Filosofía y Profesor de Lógica del Departamento de Filosoffa de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina. m@il: horacio. mercau@gmail. com problemata: R. Intern. FIL Vol. 02. No. 02. (201 1), pp. 274-290 ISSN 1516-9219. 275 Atestación y atribución elaborated for the recovery ofthe subject after his exaltation and his death. Explores their «hermeneutics of itself’, with the emphasis on the notion of ‘attestation» and in the possibility of making in connection a himself as one that is interpreted as identity narrative in its theoretical dimension and that attests ordered by another dimension through the notion of attribution» of remembrance.

We can enumerate some philosophical intentions that pass through the work of Paul Ricoeur entitled if same as another. The intention is to dissociate two meanings of the identity and find the bridge that covers the distance of sense that arose between these Ñ,’O poles. The dialectic of selfhood and between ipseidad is contained in the notion of narrative identity. This narrative identity it Will e 2 OF between narrative identity it Will enable us the element of analysis of the himself in his interpretative dimension or theoretical. Keywords: Attestation, Attribution, Hermeneutics Primero hay que enumerar algunas intenciones filosóficas que atraviesan la obra de Paul Ricoeur titulada Sí mismo como otrol.

La primera intención es señalar la primacía de la mediación reflexiva sobre la posición inmediata del sujeto. El Sí mismo se opone al yo. La segunda intencion consiste en disociar dos significaciones de la identidad. La identidad entendida en el sentido de idem y de ipse. En este sentido se utiliza la mismidad como sinónimo de identidad – ídem y la ipseidad como referencia a la identidad – ipse. La propia identidad en el sentido de idem desarrolla una jerarquía de significaciones y uya permanencia en el tiempo constituye el grado más elevado. En cambio, la identidad en el sentido de ipse no implica ninguna afirmación sobre un pretendido núcleo no cambiante de la personalidad.

Según Ricoeur la equivocidad del término identidad concierne a la sinonimia parcial entre «mismo» e «idéntico». Por ello habría que hacer algunas aclaraciones. A- La identidad — idem o mismidad es un concepto de relación y una relación de relaciones. Identidad – idem significa unicidad, Problemata – Rev. Int. de Filosofia. Vol. 02. No. 01 . (2011). pp. 274-290 ISSN 1516-9219 276 Horacio H. Mercau semejanza extrema (simili dad ent semejanza extrema (similitud) y continuidad entre el primero y el último estadio del desarrollo de lo que consideramos el mismo individuo. Y en la base de la similitud y la continuidad del cambio esta un principio de permanencia en el tiempo. Lo que permanece aqui es la organización de un sistema combinatorio.

Es la idea de estructura, opuesta a la de acontecimiento, la que responde a este criterio de identidad y que confirma su carácter relacional y que aparec[a en la antigua formulación de la sustancia, sino en la clasificación de sustancia entre las categorías de relación que Kant estableció. Toda la problemática de la identidad personal va a en torno a la búsqueda de una invariante relacional, dándole el significado fuerte de permanencia en el tiempo. B- Ahora bien, ¿implica la ipseidad una forma de permanencia en tiempo irreductible a la determinación de un sustrato, incluso en sentido relacional que Kant asigna a la categoría sustancia? La identidad – ipse también se apoya sobre la permanencia en el tiempo, pero juega su función diferente.

En la ipseidad la alteridad es constituyente y constitutiva. Su vinculación es íntima. La ipseidad pasa por la alteridad del «otro», la atraviesa y esta lamada a integrarla. Ricoeur utiliza los término de palabra dada para hablar de estos dos ti anencia en el tiempo. Pero tiempo. Pero esta polaridad de los modelos de permanencia de la persona sugiere una intervención de la identidad narrativa en la constitución conceptual de la identidad personal. La necesidad de permanencia en el tiempo vinculada con la identidad de la persona desdobla la mismidad del «carácter» y en la ipseidad del mantenimiento de sí en la «palabra dada». Y esta polaridad requiere de un término mediador.

Es la identidad narrativa la que cumple esta función mediadora entre identidad dem e identidad – ipse, al tender un puente de sentido entre los dos polos. La dialéctica de la mismidad y la ipseidad esta contenida en la noción de identidad narrativa. Entre aquello que permanece en el tiempo y que podemos llamar carácter y la palabra mantenida podemos encontrar un punto de contacto en lo que llamamos identidad narrativa. Es la noción de construcción de la trama trasladada de la acción a los personajes del relato, la que engendra la dialéctica del personaje, que es expresamente una dialéctica de la 277 mismidad y de la ipseidad, una dialéctica entre lo que ermanece (carácter) y lo que se dice y se mantiene.

La persona comprendida como «personaje» de relato no es una persona distinta de la de sus «experiencias», sino más bien, al contrario, ella comparte el régimen de la identidad dinármca, propia de la historia narrada. Pero la identidad narrativa no recubre de mane s OF dinámica, propia de la manera absoluta la sobreabundancia del sí mismo que es su fondo fundante. La vida real tiene algo que es irreductible al lenguaje. La identidad narrativa es una experiencia de pensamiento mediante la cual ejercitamos nuestra existencia. Así como pueden narrarse múltiples aventuras respecto de un personaje, también pueden narrarse múltiples relatos en torno a una historia2.

Ricoeur dice que «En el intercambio de los roles entre la historia y la ficción, el componente histórico del relato acerca de sí mismo lo tira del lado de una crónica sometida a las mismas verificaciones documentales que cualquier otra narración histórica, mientras que el componente ficcional lo tira del lado de las variaciones imaginativas que desestabilizan la identidad narrativa» (Ricoeur, 1985, p. 358) Esta identidad narrativa nos posibilita el elemento de nálisis del sí mismo en su dimensión interpretativa o teórica. A través de ella el sí mismo puede ser interpretado. La mediación por cual entramos a la identidad personal viene dada por esta identidad narrativa. En la dialéctica entre el carácter y la palabra mantenida construimos la identidad narrativa. Por ella podemos acercarnos al sujeto en su identidad personal, podemos interpretarlo. Pero no tenemos que olvidarnos que en la ipseidad la alteridad es constitutiva y constituyente además de tener una relación dialéctica con la mismidad.

Nos falta involucrar al «otro» y con 6 OF además de tener una relación llo dar un paso en la comprensión del sujeto en su dimensión práctica. 278 Esto significa que, en última instancia, la identidad narrativa se apoya sobre una cuestión de confianza muy particular en uno mismo y en los otros, que nos ayuda continuamente a ratificar o a cuestionar nuestra propia respuesta acerca del ¿Quién soy? Es lo que Ricoeur llamará más adelante la «capacidad de atestación». Este concepto nos conduce a la tercera intención filosófica de la obra. Esta tercera intención se encadena con lo precedente, en el sentido de que la identidad ipse pone en juego una dialéctica complementaria de la pseidad y de la mismidad, la dialéctica del sí y del otro distinto de sí.

Sí mismo como otro sugiere que la ipseidad del sí mismo implica la alteridad en un grado tan intimo que no se puede pensar una sin la otra. Esta dialéctica es más fundamental que la articulación entre reflexión y análisis y con ello, la primacia de la mediación reflexiva sobre la posición inmediata del sujeto que consiste en la primera intención filosófica de la obra Si mismo como otro. Y cuya apuesta ontológica nos la revela la noción de atestación. Incluso es más fundamental que el contraste entre ipseidad y ismidad y su dialéctica contenida en la identidad narrativa, y cuya dimensión ontológi cuya dimensión ontológica viene dada por la noción de ser como acto y potencia.

El sí mismo es como otro y ello muestra la primacia de la dialéctica entre la ipseidad y la alteridad. Cuya dimensión ontológica le viene señalada por las experiencias de pasividad. De esta manera estamos viendo como se estructura el estudio ontológico que Paul Ricoeur hace del sí mismo. Guían este estudio primero un compromiso ontológico dado a partir de la noción de atestación, segundo su alcance ontológico incluido n la noción del ser como acto y potencia, y por último, su estructura dialéctica que proviene de un discurso de segundo grado que pone en escena metacategor(as que trascienden el discurso de primer grado al que pertenecen categorías como 279 personas y cosas.

La primacía de este último estudio (estructura dialéctica entre la ipseidad y la alteridad) viene dada por el metadiscurso de la dialéctica de lo Mismo y lo Otro abierta por Platón en los diálogos llamados «metafísicos». Y por la polisemia de lo Otro y de la ipseidad. El polo de lo «Mismo» pierde su univocidad con la identidad entendida como idem e ipse. Y el polo de lo «Otro» por las experiencias de pasividad o trípode de la alterldad. Las figuras de la alteridad se vuelven experiencias de pasividad porque se vuelven el reverso, «lo otro» del sí mismo en ta vuelven experiencias de pasividad porque se vuelven el reverso, «lo otro» del si mismo en tanto que operante.

Al abordar la dimensión práctica del sí mismo tenemos que incluir necesariamente la alteridad. En esta dimensión el sí mismo sólo se atestigua. Y este atestiguamiento nos conducirá hacia una ontología del si mismo como otro. La atestación nos brinda el nivel epistemológico necesario ara que la fenomenología del sí mismo se apoye en una ontología. La fenomenología del sí se atestigua progresivamente en una ontología. La atestación es la seguridad y confianza que cada uno tiene de existir en el modo de la ipseidad. Es un creo en y en este sentido no es una creencia dóxica (creo que) sino epistémica. El tipo de argumentación es en un orden diferente del de la certeza verificable.

Este nivel epistemológico aparece porque la verdad aparece en un registro distinto del de la verificación. El sí mismo no es verificable pero si podemos decir que su atestación posee veracidad3. Como antes dijimos, la noción de atestación es el modo epistémico que inclina la fenomenología del si mismo hacia una ontología. Pero a ¿qué tipo de ontología? ¿Qué modo de ser es el del sí mismo como otro? Lo que Ricoeur hace es un reapropiación de la acepción aristotélica del ser como acto y potencia. Es una transferencia del ser como verdadero al ser como acto y potencia. No estamos frente a una ontología de la 280 Hora 274290 sustancia sino ante una ontología que se atestigua en una fenomenología del sí mismo.

La ipseidad se manifiesta como obrante. El sí mismo se atestigua como obrante. La fenomenología del sí mismo nos conducirá a una ontología del acto potencia. El si atestigua su sí mismo y en esta operación involucra el ser. El si se atestigua como obrante desde un fondo de ser. Este obrar supone la totalidad de un mundo que sea el horizonte de su cuidado, o sea, de su hacer, pensar y sentir. Un fondo de ser que puede describirse como: «centralidad del obrar y descentramiento en dirección aun fondo de acto y potencia, estos dos rasgos son igual y conjuntamente constitutivos en una ontología de la ipseidad en términos de acto y potencia…

Si una ontología de la ipseidad es posible es en conjunción con n fondo a partir del cual el sí pueda ser llamado obrante» (Ricoeur, 1991, p. 357) Este fondo (el qué cuidar) a partir del cual el sí puede ser llamado obrante, y la centralidad del obrar, reclaman la metacategoría del acto y potencia (si mismo) que tiene la función de reunir los miembros esparcidos por una hermenéutica del obrar y dlspersos en los registros del relato. El ser del sí mismo viene dado por la noción de acto y potencia. La fenomenología del si mismo encuentra un modo adecuado de ser en la ontología del acto potencia. Pero demos un paso más. (alteridad), que form