desarrollo economico y medio ambiente

CA 2020: Documento de trabajo # 7 Claudia Schatán DESARROLLO ECONOMICO Y MEDIO AMBIENTE Esta publicación se realizó gracias al apoyo financiero de la Oficina de Desarrollo Regional y Sostenible, América Latina y el Caribe (LAC) de la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos según Disposición No. LAG-G-OO-g800 PACE 1 orgs exclusivamente laso ion autor/ de la autora y r ta opinión de las instituciones involucr Desarrollo económico y medio ambiente pea. El trabajo refleja en ningún caso la Hamburg: Institut für Iberoamerika-Kunde 2000 (CA 2020: Documento de trabajo # 7)

ISBN 3-926446-68-4 Claudia Schatán; MA. en Economía, Universidad de Cambridge. Desde 1989 trabaja como Economic Affairs Officer en CEPAL; Investigadora y docente en el CIDE (Centro de Investigación y Docencia Económica), México (1980-1989); Investigadora visitante en diferentes Universidades estadounidenses: Harvard Institute for International institucional 2. 2. Cooperación regional 3. Sector agropecuario y silvícola: Resultados económicos y ambientales del uso del suelo 3. 1.

Producción de granos básicos de consumo doméstico 3. 2. Los productos agrícolas de exportación y el medio mbiente 3. 2. 1 . Productos agrícolas tradicionales de exportación 3. 2. 2. Productos agrícolas no tradicionales 3. 3. La ganadería 3. 4. Silvicultura 4. El medio ambiente urbano y el modelo de desarrollo basado en la apertura económica y el estímulo a las exportaciones 4. 1. El desarrollo de las ciudades 4. 2. La industria de exportación en Centroamérica y la contaminación: Perspectivas 5.

El legado de las prácticas agropecuarias, el desarrollo urbano y la pobreza: Deforestación, degradación de cuencas hidrográficas y vulnerabilidad 14 16 22 24 28 29 31 33 2 OF gs Intensivo e nsostenible de los recursos naturales y revertir la marginación de amplios sectores de la población. De hecho, la contraposición entre modelo económico seguido y el medio ambiente fue responsable de que tan solo entre 1980 y 1996 desapareciera el 25% de los bosques de la región centroamericana, con consecuencias muy negativas sobre otros recursos naturales, especialmente el suelo, las cuencas hídricas y la biodiversidad.

Dada la topografía de la reglón centroamericana (70% del territorio se halla sobre laderas) y sus condiciones climáticas (lluvioso tropical), la velocidad de deterioro es acelerada y la ecesidad de cambiar rumbo del desarrollo, por tanto, urgente. Durante los últimos quince o veinte años el impulso a la econom(a ha provenido del sector exportador, tanto en el agro, como en la industria y el sector servicios. Pero esta actividad no ha logrado tener un efecto positivo significativo sobre el medio ambiente tanto debido a su limitado alcance en términos de los sectores involucrados, como asu especialización.

Si bien es cierto que la necesidad de conservar y conquistar nuevos mercados a nivel internacional ha inducido a algunos productores a introducir innovaciones tecnológicas para lograr un roceso de producción más limpio y/o utilizar una menor cantidad de insumos en la producción agrícola e industrial, ello no parece permear gs mayormente el resto del s noventa, la actividad exportadora no había alterado la especialización en el uso del suelo ni los métodos de producción empleados, excepto en forma mínima.

Así, a fines de dicha década, el sector productor de granos básicos abarcaba más de la mitad de la tierra arable, y no se observaban avances significativos en la productividad. El sector pecuario, que se ha desligado progresivamente del mercado internacional, y la demanda interna e carne no compensaba completamente la caída en exportaciones, enfrentaba un retroceso en su productividad. Este sector junto con los productores de granos básico de subsistencia continuaban avanzando sobre la frontera agrícola.

Las aun vastas extensiones de bosques que ocupaban alrededor de la tercera parte del territorio — no tenían aun una expresión económica relevante en la producción de bienes o semicios y, por tanto, no había estímulo para su preservación o su uso sostenible. En síntesis, las condiciones para mejorar el desempeño ambiental no prevalecían, mientras la baja productividad en esas onas mantenían a la población en un círculo vicioso de estancamiento económico-pobreza-destrucción ambiental. La contaminacion industri mas ambientales urbanos contaminación del aire y el agua, con consecuencias adversas para la salud de sus habitantes.

Adicionalmente, la proporción de la población ocupada en sectores de baja productividad del mercado de trabajo llega a ser de más del 50% en varios países. Este fenómeno, que incluye también al sector informal, crea una situación de marginacion y pobreza (hasta del 70% de la población urbana en Guatemala y Honduras) con consecuencias ambientales adversas. Más aun, la proliferación de asentamientos humanos irregulares en zonas poco aptas para ese fin, causan una creciente vulnerabilidad de las urbes y sus habitantes ante fenómenos climáticos adversos.

En el sector industrial y urbano, al igual que en el sector agrícola, aprecia una dualidad entre el sector exportador más moderno – mayores posibilidades de desarrollar procesos de producción amigables – y otro sector (pequeñas y medianas empresas) que produce sobre todo para el mercado interno, desconoce las reglas ambientales, no está sometidos a fiscalización y tiene pocos recursos para hacer ualquier innovación tecnológica. A pesar de lo pronosticado por algunos, ciertas condiciones de deterioro ambiental industrial no se han materializado.

La liberalización económica que permitió la apertura del comercio y los flujos ilimitados de capitales externos, no han provocado un giro en la especialización industrial hacia sectores p e contaminantes. Así, la s OF región o incluso acentuado la especialización de las exportaciones manufactureras en aquellas intensivas en recursos naturales utilizados en forma no sostenible. No obstante la confluencia de problemas ambientales mencionados ue hereda el siglo veintiuno, éste también recibe algunas experiencias e instrumentos muy prometedores para compatibilizar el desarrollo económico y la protección ambiental.

Entre éstos pueden mencionarse, primero, la incipiente valoración de los servicios ambientales especialmente de los bosques, tales como la captación de C02; la potencial comercialización de algunos recursos biológicos que existen en los bosques tropicales; y el desarrollo del ecoturismo, cuyo atractivo en gran parte es el valor escénico de la selva tropical. Segundo, existen nuevos mecanismos de financiamiento de proyectos ambientales ue a su vez proveen beneficios económicos, entre los cuales destacan los canjes de «deuda por naturaleza», especialmente en la versión más reciente que puede aplicarse a la deuda oficial.

Tercero, la introducción exitosa de métodos de conservación de los recursos naturales, por ejemplo de conservación de suelos y laderas, así como el desarrollo de métodos orgánicos de cultivo de productos agrícolas, que abren una oportunidad de mejorar el desempeño productivo y ambiental incluso de productores agrícolas de autosubsistencia. Finalmente, la práctica de certificación ambiental que es aun incipiente en la egión tiene un gran potencial para impulsar los bienes centroamericanos producidos con métodos ambientalmente amigables en el 6 OF gs mercado internacional. internacional.

Hasta qué punto pueda aprovecharse las posibilidades mencionadas antenormente para mejorar las condiciones ambientales conjuntamente con un desarrollo económico depende de múltiples factores. Algunos de éstos son previsibles para los próximos años, como son la relativamente alta tasa de crecimiento de la población (lo cual continuirá ejerciendo presión sobre los recursos naturales) y la continuidad del modelo económico con estrecho vínculo al mercado Sin embargo, otras variables menos pronosticables definirán cuan exitosa será la empresa del desarrollo sostenible en Centroamérica.

Entre éstas hay que mencionar, primero, el mayor o menor acceso de los países estudiados a mercados regionales e internacionales y la dinámica de dichos mercados, pues ello determinará en gran medida el desempeño del sector exportador. En este sentido, cobran gran importancia el grado en que se seguirán abriendo las economías los países industrializados, la creación o no del Tratado de Libre Comercio de las Américas, la mantención del trato preferencial a iversos productos centroamericanos por parte de Estados Unidos y la continuación o no del régimen de maquila.

El grado de éxito de las economías de América Central en los próximos años definirá la tendencia r cápita de sus habitantes ambiental. El que la dinámica del PIB tenga beneficios o perjuicios sobre el medio ambiente dependerá también de la capacidad de los países de aprovechar las oportunidades que se presenten para diversificar exportaciones, para generalizar la certificación ambiental, para atraer inversiones en proyectos ecológicamente amigables, y para ser competitivos en los mercados de bienes ambientalmente ceptables.

También las condiciones financieras, de incentivos fiscales o de otro tipo, a difusión de información, la capacitación técnica, entre otros, jugarán un rol esencial en la potencial reorientación de la producción hacia productos compatibles con el desarrollo sustentable. Otros aspectos, como el avance o retroceso en el ordenamiento territorial y transparencia en la propiedad de la tierra, así como el establecimiento de normas y leyes ambientales racionalizarán en mayor o menor medida el uso de recursos y las emisiones que se hagan en el proceso de desarrollo económico.

Finalmente, la capacidad de los sectores punta de absorber mano de obra de sectores de baja productividad y ambientalmente vulnerables puede también determinar si se rompe o no el círculo vicioso de pobreza y destrucción de recursos naturales en sectores alejados de los mercados o poco sensibles a otras señales 8 OF económicas, como es la fr a o los sectores develop synergies between economic development and environmental protection.

To this aim, it Will be necessary to halt the intensive and unsustainable use of natural resources and revert the backwardness of large sectors of the population. In fact, the incongruity between the economic model followed in Central America and its environment was responsible for the disappearance of 25% of the region’s forests only between 1980 and 1996, with very negative consequences for other natural resources, especially the soil, water basins and biodiversity.

Taking into account Central American’s topography (70% of its territory is located on hillsides) and its climate characteristics (rainy tropics), a high Speed of erosion can be expected, hence the need for an urgent change of direction of development. During the last fifteen to twenty years the greatest thrust to the conomy has come from the exporting sector, both in agriculture as well as in industrial and services sectors. Nevertheless, such activity has not had a significant positive effect on environmental protection due to its specialization in primary goods or natural resources intensive goods.

Additionally, although the need to keep foreign markets and gain new ones has induced some producers to introduce cleaner production processes and/or to rationalize the amount of inputs used in the transformation process, s ave not permeated the rest of the altered land specialization nor the production methods being sed, except in a minimal way. Consequently, at the end ofthe nineties, the basic grain producers Still occupied more than half of the arable land, without much change in their productivity.

Ranchers, whose ties with the international market were weakening and domestic demand was not compensating for such phenomenon, faced a fallingyield and, together with the subsistence basic grain producers, continued exerting pressure on the agricultura’ frontier. The Still vast forested area around one third of the territory -had not much economic expression either in terms of goods or services and, hence, not much timulus existed for their preservation or their sustainable use.

In short, at end ofthe nineties the conditions for environmental performance improvement in most of the region’s territory did not prevail, while Iow productivity in those areas kept great part of the population in a vicious circle of economic stagnation-poverty-environment erosion. Industrial pollution and urban environmental problems at the end of the nineties were Still incipient as compared to those experienced by industrialized countries, but the rapid growth of the cities, industry and transport requires the att one run environmental