convivencia y matrimonio

Cohabitar VS Matrimonio El matrimonio puede no ser para todo el mundo. Algunas parejas pueden querer evitar las formalidades que implica el matrimonio legal. Otros pueden querer mantener por separado sus asuntos financieros y la responsabilidad de deudas. Cualquiera que sea el motivo, algunas pareja eligen vivir juntas si el beneficio de la unión legal. Existen diferencias legales en la forma en que se trata a las relaciones de matrimonio y cohabitación.

La cohabitación o unión libre es el tipo de relación que establece una pareja cuando sin estar casada por la Iglesia o por lo civil sin tener intención definitiva de casarse, comparten techo y cama. La unión libre «de hecho» es cuando una pareja vive como matrimonio estable sin haberse casado. La diferencia p entre la cohabitación carece de todo comp en las segundas hay i nciñ todo, tanto la cohabit caracterizan por su in o es que la primera OF4 na d, mientras que viviendo así. Con e de hecho, se mpromiso de la pareja entre sí, ante la sociedad y frente a los hijos que puedan surgir de la relación.

Por eso, la Iglesia Católica advierte repetidas veces a sus fieles sobre el gran peligro de arriesgar sus vidas Swige to Wen next page motivas dentro de este tipo de relación e invita a las parejas a que consideren los beneficios de un verdadero matrimonio. Al entregar sus cuerpo y compartir el mismo espacio vital, lo piensen o no, las personas están dando mucho de sí y poniendo en juego su intimidad, su futuro, su emotividad y el futuro de una posible creatura, sin que se ofrezca ninguna garantía de ser aceptado, amado y respetado «para siempre» (indisolubilidad) como lo ofrece en cambio un compromiso matrimonial.

En muchos casos, la unión libre se toma como una forma de «ensayad’ o «probad si la relación puede o no funcionar. Se parte por tanto del hecho que en cualquier momento me van a dejar o puedo dejar a la otra persona. La gran mayoría de las uniones libres terminan acabándose en los primeros 5 años y entre las que parecen «estables» hay más divorcios que entre los casados. Son muchas menos las parejas que después de convivir se casan que las que deciden casarse sin haber convivido antes.

Los problemas de salud (causado generalmente por abuso de alcohol, droga y tabaco), los malos tratos, el desempleo y los problemas con los hijos son mucho más frecuentes entre personas que viven n unión libre. La vida sexual que en sí misma es «la entrega más Íntima» entre un hombre y una mujer, se ve contradictoriamente afectada en la unión libre dada la falta de entrega y compromiso real en que se contradictoriamente afectada en la unión libre dada la falta de entrega y compromiso real en que se vive.

De ahí el dolor y efectos psicológicos que padecen quienes terminan siendo «dejados», pues se sienten engañados, frustrados y ofendidos en su dignidad y confianza en el amor del otro. A este daño se agrega el hecho que la mayoría de quienes viven en unión libre o desean tampoco el compromiso de un hijo. Por eso su entrega está marcada por la falta de generosidad que supone el estar abiertos a la vida. En pocas palabras, como lo enseña la Iglesia, la entrega sexual supone el compromiso matrimonial.

De otro modo se transforma en un acto egoísta y profundamente dañino y por eso es pecaminoso. Un alto porcentaje de jóvenes hispanos comienzan a cohabitar y reproducirse desde muy temprana edad. Como consecuencia, estos jóvenes, especialmente la madre, posee menores estudios y menores posibilidades de trabajo e ingresos. Se produce así na consolidación y profundización de la pobreza. En familias de precaria constitución, como lo son las que cohabitan, hay mayores índices de violencia. Los hijos de convivientes tienen menores Índices de escolaridad.

La primera escuela del amor es la familia. Los requisitos del matrimonio, que varían según el estado, incluyen una licencia, un periodo de espera, análisis de sangre, edades m[nimas, una ceremonia oficiada por un miembr 3 licencia, un periodo de espera, análisis de sangre, edades mínimas, una ceremonia oficiada por un miembro de clero o por n oficial del tribunal y testigos. El matrimonio debe terminarse a través de un divorcio legal formal o de una anulación. La cohabitación puede iniciar en cualquier momento y pueden hacerlo personas de cualquier edad y sexo, sin requisitos formales.

Al término de la cohabitación, usualmente la pareja puede dividir los bienes como desee. Sin embargo, al tratar de determinar quién se queda con que, la ausencia de lineamientos legales puede crear mayores conflictos. En caso en que uno de los cónyuges se enferme, el otro generalmente tiene derecho de tomar decisiones a nombre del nfermo en asuntos relacionados con su salud y sus finanzas, sin embargo, en la cohabitación, no importa cuán cercanos sean o cuanto haya durado la relación, un cohabitante deberá esperar a que los familiares inmediatos tomen las decisiones a nombre del conyugue del enfermo.

Los hijos que nazcan dentro del matrimonio se presumen de la progenie del marido y la mujer. Cuando una pareja que cohabita tiene hijos, el padre no tiene derecho a la presunción legal de paternidad y hasta podría necesitar establecer su paternidad a través de un análisis de sangre y de acciones legales.