Contexto indigena mexicano

MARCO CONTEXTUAL Existen distintas rutas para presentar un panorama histórico de la educación.

Tratándose de la historia de la educación para los indigenas en México se presenta una revisión que, sin romper con los cortes cronológicos más conocidos por un público amplio, articula una historia general del lugar asignado a los indigenas en las políticas educativas impulsadas en nuestro país, con anécdotas locales en entidades con alta composición indígena –como Oaxaca– y datos diversos que ayudan a comprender cómo este sector de la población mexicana se vio afectado o eneficiado por la implantación de dichas políticas a lo largo de la historia. a educación para los ind[genas durante la colonia como referente para identificar tanto el im ase ex erimentado a lo largo del to nex: page Slglo XIX como las gr ora en la materia en el si XX lo acontecido de la G rra de el objetivo de constr se impuso a la defini p al que se dieron do documenta Iriato, cuando erte y soberano cativo donde los indígenas ocuparan un lugar específico.

Hasta la revolución mexicana, la mayoría de las escuelas a las que asistían los indigenas que radicaban en las regiones periféricas y alejadas o estaban organizadas y se caracterizaban por su precariedad material, deficiencias en el perfil y condiciones de trabajo de los preceptores, además de las simplificaciones y reducciones a los contenidos, métodos, métodos, materiales y tiempos dedicados a la enseñanza.

El tercer apartado muestra las grandes transformaciones en la educación para los indígenas en el siglo XX, cuando los proyectos transltaron por los senderos teóricos del positivismo, la antropología aplicada, el pragmatismo anglosajón, el estructuralismo antropológico y el socialismo populista. Derrotero ue culminó con el indigenismo institucionalizado y provocó, a finales del siglo XX, fuertes críticas entre quienes definieron los nuevos enfoques interculturales y denunciaron el impacto negativo y costo social del indigenismo en nuestro país.

En las postrimerías del siglo XX se fortalecieron categorías de nuevo cuño que implicaron un cambio sin precedentes en el modo de entender la relación entre los pueblos indígenas, el Estado nacional y la sociedad envolvente, asunto que se trata en el cuarto y último apartado. Si bien el siglo XX sentó las bases para el ejercicio de la iudadanía y la emergencia de una sociedad civil fuerte —aunque dependiente de un Estado corporativo„, la no ciudadanía a la que se vieron sometidos los indígenas fue también producto de las políticas educativas posrevolucionarias.

Para el siglo XX, los mexicanos requerimos de nuevas rutas para promover el tránsito de una sociedad nacional fundada en la exclusión de amplios sectores de nuestra sociedad, exclusión que ha implicado la negación de la ciudadanía a los indígenas, a otra de carácter incluyente, apuntalada en un Estado fundado en el respeto a la distinción y a la pluralidad lingüística y cultural en nuestr undado en el respeto a la distinción y a la pluralidad lingüística y cultural en nuestro país.

En las Bases Generales de la Educación Indígena, la propuesta bilingüe destacó por la justicia de sus objetivos y la coherencia en sus argumentos: estimular un bilingüismo coordinado que igualara el valor de las lenguas nativas y el castellano, además de promover el uso de las primeras para estimular la horizontalidad y el intercambio cultural recíproco.

Los estudios lingüísticos y semióticos acerca de las transformaciones experimentadas en las lenguas indígenas arrojaron hallazgos interesantes que ermitían pensar en formas alternativas de vitalizar y ampliar su espacio social de circulación y uso comunicativo. Se diseñaron, en consecuencia, estrategias de planeación idiomática que buscaban fortalecer tanto el sentimiento de pertenencia étnica revitalizando las lenguas nativas–, como la integracion geográfica y política del país vía el dominio general del castellano.

El carácter determinante de los problemas comunicativos de los niños monolingües en lengua indígena en la baja calidad y cobertura educativa parecía cuestionable pues, aunque el 98% de los menores mexicanos podía acceder en 1980 a la educación rimaria gratuita, una alta proporción de ellos fracasaba o desertaba del sistema escolar por razones económcas, registrándose el mayor índice de analfabetismo y monolingüismo en lengua indígena en estados de extrema pobreza como Chiapas, Guerrero y Chihuahua .

El resultado de las políticas educativas para los indígenas en el siglo XX fue para 3Lvf4 El resultado de las políticas educativas para los indigenas en el siglo XX fue paradójico. Por un lado se avanzó en el reconocimiento de la diversidad lingüística y étnica de la nación mexicana y del estado de inequidad económica, política y social ue padecen aún a inicios del siglo XXI los indígenas de nuestro país.

Por otro, sin embargo, se institucionalizó una identidad homogénea y un modelo de educación indígena precaria, que borró las diferencias entre los pueblos e ignoró su diversidad en cuanto a los antecedentes, las representaciones culturales y las expectativas que tenían en torno a la escuela, agudizando la inequidad educativa. La diversidad como elemento constitutivo de la nación mexicana, y el derecho de los pueblos a decidir de modo autónomo acerca de la educación que desean para sus hijos, es un hallazgo político, más que cultural, aún reciente.

Igualdad ciudadana y diversidad étnica, como categorías históricamente excluyentes, se articulan a partir de una nueva aspiración: la ciudadanía ind[gena. Parece necesario introducirse en el mundo de los protagonistas directos y en sus expectativas e historia social; identificando las nuevas demandas educativas que se gestan en el seno de los movimientos y organizaciones indígenas independientes. De ese modo se podrá concretar la urgente reforma del Estado que nuestra nación demanda. Dra. María Bertely Busquets CIESAS Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.