America Latina gy AngieGabrieIa-RondonMendoza I Ocopa,nR 15, 20 IE 42 pagos ¿Desde cuáles dimensiones ha sido pensada América Latina? Realizadas esas precisiones metodológicas cabe ahora exponer desde cuáles dimensiones de la realidad ha sido pensada América Latina como región y cuáles y por qué, vamos a trabajar. Dada la frondosa bibliografía existente sobre nuestro objeto de estud10, nos vemos en la necesidad de acotar las dimensiones desde las cuales vamos a reflexionar.
Un primer criterio que hemos escogido, es el de resaltar aquellas áreas de lo real desde donde haya habido un esfuerzo reconocido como original a ivel internacional, para pensar la especificidad latinoamericana. De entrada es evidente, que desde todas las áreas de lo real no se han hecho esfuerzos intelectuales de gran potencia para discernir, descubrir y crear lo latinoamericano (al menos según la información en nuestro oder .
Por lo ue vamos a tratar de to nex: page destacar, como prim intelectuales, que de s de esas inlciativas PACE 1 oral s Formales Sv. ipe (Economía, Poltica y Iturai Informales (Etnias) h Nuestro segundo eje ro estructuras e América Latina. sas teorías cronológicamente. Y el tercer eje que utilizaremos será el de iferenciar las teorías llegadas de Europa y las teorias surgidas de la propia impronta latinoamericana.
Estos ejes de análisis nos van a permitir discurrir sobre el alcance de dichas teorías organizadas en tres secciones: la del pensamiento europeo originado y convocado por la realidad americana, la del pensamiento europeo recibido y confrontado en A América Latina y cuando América Latina se ha atrevido a pensarse sin sujeción a cartabones, a pensarse sin más. 1 . -La realidad americana crea pensamiento europeo sobre América y sobre el resto del mundo. Queremos destacar la existencia de un pensamiento europeo urgido por el apremio de conocer lo que es América.
No se trata de sólo la proyección de un pensamiento europeo sobre América, sino de cómo la realidad americana obliga a pensar y repensar asuntos que puedan permitir conocer la originalidad que se tiene enfrente. Lamentablemente, a ese pensamiento generado desde América con tanto impacto mundial como los conceptos de Derechos Humanos y de Utopía, le ha sido ocultado su evidente oreen latinoamericano. 1 . 1. -La recepción de la Escolástica tardía en el siglo WI.
El proceso de la renovación de la escolástica europea, especialmente a través de la Escuela de Salamanca en España, arcó una pauta del relanzamiento del pensamiento teológico para dar cuenta de una realidad social en profundo proceso de transformación. Su principal campo para la experimentación teórica y producción de teolog(a social y de teología moral, será el hecho de la conquista y colonización española de América y la polémica que acompañará dicha empresa, especialmente alrededor de los siguientes tópicos: ¿cuál es la naturaleza de los indígenas? ¿los indígenas tienen alma? ?la conquista es justa? 4 ¿la servidumbre es natural? La búsqueda de respuestas a estas preguntas generadas por la realidad americana, marcaron las randes rutas del pensamiento político, jurídico y teológico sobre lo social en el siglo XVI. De esta discusión saldría la afirmación teológica de que los Indígena 2 OF sobre lo social en el siglo WI. De esta discusion saldría la afirmación teológica de que los Indigenas -así no aparecieran en la Biblia, el máximo rector de lo que era verdad o no en la época- SI eran seres humanos y por lo tanto si tenían alma5 y debían ser tratados como cristianos. Otro elemento importante fue la discusión de la escolástica española acerca de la Pobreza, a través de Domingo de Soto y Juan de Robles en 1 5457. Discusión que simultáneamente abarcaba ambas orillas y que aún hoy día tiene mucho que aportar. 1 . 2. -El surgimiento de nuevos seres (Indígenas, Criollos) y de nuevas comunidades (Pueblos de Indios, Pueblos de Misiones, pueblos de Españoles), entre los siglos XVI-XVIII. El impacto de América sobre el pensamiento español se va a convertir en el principal factor de estímulo creativo a lo largo de varios siglos.
El pensamiento jurídico-político y a continuación el teológico y el filosófico, se verán obligados a inventar y crear para poder dar cuenta de lo natural y social presente en América. Surgirán nuevos seres humanos sujetos de derecho como los Indígenas y los Criollos, quienes traerán aparejados dificultades para precisar su situación en el nuevo marco histórico resultante. por ejemplo los indigenas (o más propiamente aborigenes), serán sujetos de un Derecho especial incrustado en la copiosa legislación conocida como Leyes de Indias. ero más dificil será la ubicación de los «Criollos»8, por ser un tipo mestizo que incluía elementos de la España Peninsular y de la España Americana, por lo que aumentará la tipolog[a étnica, la cual se irá complejizando asta crear una sociedad de barreras de color, generando una taxonom[a irá complejizando hasta crear una sociedad de barreras de color, generando una taxonomía como blancos, negros, pardos, zambos, salto atrás, tente en el aire, lobo, etc.
Otra circunstancla que requerirá de la creatividad polítlco- jurídico-socio antropológica, será la diferencia entre la diversidad social (tomando como base la pertenencia religiosa), presente en la península (cristianos viejos, cristianos nuevos, judíos y musulmanes) y la encontrada en América. Debiendo ampliarse haciendo énfasis en la división entre cristianos, su pertenencia ?tnica y su adscripción al universo civil o eclesial, creándose así las siguientes divisiones administrativas: pueblos de españoles, pueblos de indios y pueblos de misiones9.
Esta nueva variedad social generará una diversidad de ocupación del espac10, la cual será tratada por una literatura técnica especializada. 1. 3. -América será vista como el encuentro de las tierras originales (el Paraíso) o el surgimiento de tierras inexistentes (utopías). La tierra americana se convertira en el elemento central de renovación de la visión del mundo europe010 a través de dos corrientes principales: una, la de leer a América a través de a Biblia para descubrir así los contornos reales del Paraíso terrenal 1 1 desde donde fuimos expulsados en una lejana Edad Dorada12.
La otra es la de ver a América como el continente de lo imposible, la pantalla donde reflejar las ideas acerca de lo que no se ha llegado a dar en Europa, la tierra fuera de todos los confines que restringen la libertad del hombre, la u-topía13. A veces no se enfatiza lo suficiente que la mayoría de los discursos utópicos que provenientes de Europa han sacudido a la huma suficiente que la mayoría de los discursos utópicos que provenientes de Europa han sacudido a la humanidad (para ien o para mal) desde 1492, tienen su origen en una lectura equivocada de América por parte de Europa. . 4. -América comienza a renegar de su españolidad para ser republicana (finales del XVIII y XIX). Otro de los momentos de gran impacto en la producción de pensamiento político de América sobre Europa, será cuando comiencen los procesos de secesion americana de Inglaterra y España, desde finales del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX.
La noción de República creada en Europa va a ser recibida de manera muy creativa en América, dando orgen a los regímenes republicanos con mayor continuidad en el tiempo hasta hoy n día (pues hay que recordar que el siglo XIX y XX significó para diversos países europeos una especie de contramarcha entre sistemas republicanos y sistemas monárquicos, hasta el híbrido de sistemas monárquicos constitucionales como la actual Inglaterra y España).
En América por el contrario, existirá una perfecta continuidad republicana -a excepción del interregno monárquico de Maximiliano en México— que mostrará peculiaridades y desarrollos que Europa conseguirá tard(amente.
La creación de literatura constitucional tendrá un gran desarrollo en América, incluyendo una de sus cumbres como lo fue la idea e la creación de Colombia por Miranda, proposición que incluía potencialmente a la mayoría de los países que hoy forman parte de América Latina y que es conceptuada como el antecedente más acabado de la actual Unión Europea. 14 2. -El pensamiento europeo es recibido y confrontado en América Latina para dar cuenta de ella s OF Latina para dar cuenta de ella misma.
La premisa teórica que sostiene este apartado, según los resultados del análisis de la historia de las ideas en Aménca Latina y su relación con las ideas provenientes de Europa, es que nunca dichas ideas han sido trasplantadas de manera mecánica nuestra región, sino que por el contrario, ha existido una dinámica y vivaz lectura latinoamericana de las mismas, lo que ha permitido un triple acto de creación: el primero, al intentar adaptar ideas pensadas para otras geografías; segundo el de hacer lecturas críticas de adición y sustracción de partes de las teorías importadas, con el fin de explicar mejor lo distinto latlnoamericano y en tercer lugar, nuevas teor(as inspiradas en las recibidas pero que sólo conservan con las europeas de origen, un cierto aire de familia, a veces tan vago que ha llevado a que las ideas europeas no se sientan continuadas en esas ideas atinoamericanas que reclaman lazos genealógicos (tal como puede verse en el republicanismo y positivismo latinoamericano por ejemplo). 2. 1. -La recepción del Liberalismo en el siglo XIX. Habiéndose efectuado la guerra de secesion entre la España Americana y la España peninsular, la prmera convertida en varias naciones republicanas, emprende el camino para consolidarse como entidad independiente.
Abrazará el ideario económico que la coloque de entrada en la antípoda de la antigua metrópoli proteccionista, se hará librecambista, adoptará la ideología del Liberalismo económicol 5 y en menor grado el liberalismo olítico. La adopción del liberalismo económico por parte de las nuevas élites dirigent 6 OF liberalismo político. élites dirigentes republicanas americanas, se hará de manera acrítica, asumiendo a pie juntillas todos sus postulados de libertad de comercio y del mercado como instrumento neutro regulador de las transacciones. Esta adopción favoreció a los sectores dominantes dirigidos por los segmentos de la burguesía agro exportadora, quienes entregaron el control del comercio a las nuevas potencias europeas especialmente a Inglaterra.
A estos sectores no les importó que los intercambios fuesen enerando una balanza comercial cada vez más desfavorable a las repúblicas americanas, desbalance que terminaría generando, en la medida en que avanzaba el siglo XIX. un proceso de endeudamiento externo como única manera de conseguir capital fresco para emprender algunos proyectos de desarrollo interno, especialmente en las áreas de comunicación y transporte. Puede concluirse, que el pensamiento latinoamericano republicano se relacionó de manera servil y acrítica ante las teorías del Liberalismo económico, llegadas como supuesto faro para guiar las incipientes economías de las nuevas repúblicas.
Fuimos simples imitadores de una teoría que sólo beneficiaba a los de siempre, quienes además inauguraron la creación de dispositivos intelectuales para defender las ideologías que beneficiaban claramente sólo a grupos reducidos de la población, al contrario de las ideologías que llamaron a la secesión de España, que pretendían expresar los intereses nacionales (independientemente de su falsedad o no). 2. 2. -La recepción del Positivismo en el siglo XIX. El Positivism016 como doctrina social de las c recepción del Positivismo en el siglo XIX. El Positivism016 como doctrina social de las ciencias naturales, e desarrolla en Europa a comienzos del segundo tercio del siglo XIX y es producto del gran auge y dominio que en el terreno del pensamiento y del desarrollo económico (fundamentalmente las revoluciones industriales), vienen jugando las ciencias naturales y la tecnología en el desarrollo del capitalismo europeo.
El Positivismo se expande por América casi simultáneamente a como lo hace por Europa. Esta doctrina es abrazada tanto por los hombres de ciencia como por los hombres de acción política- social que intentarán repensar la historia y la realidad social latinoamericana17. La recepción del positlvismo en América Latina servirá para mostrar una de las venas más creativas del pensamiento latinoamericano; la relación con el pensamiento europeo (y del resto del mundo) de una manera crítica y creativa, lo que demuestra que en el mismo proceso de adopción y adaptación se encuentra el necesario germen de la creatividad, de la innovación, de lo nuevo.
Latinoamérica se revela aquí en esta relación con las doctrinas positivistas, como un continente en donde el pensamiento discurre sin mucho apego a las trabas de los dogmas y que es capaz a partlr de una cálida recepción, comenzar on un proceso de ajustes necesarios a nuestra realidad que terminará de manera inevitable en la obtención de un nuevo tipo de conocimiento, en algunos casos tan ostensiblemente novedoso, que sus fuentes europeas no se sentirán representadas en estos nuevos pensamientos latinoamericanos excluyéndoles de su ortodoxia. Esta vitalidad hizo que por ejemplo el positivismo en Bras latinoamericanos excluyéndoles de su ortodoxia.
Esta vitalidad hizo que por ejemplo el positivismo en Brasil terminará conformando una religión con estructura clerical incluida, además de lograr incorporar en la propia bandera rasileña el lema de orden y progreso, tan caro a las doctrinas positivistas, logro que no alcanzó ningún país europeo. Igual puede decirse de las proposiciones educativas inspiradas por el positivismo en América Latina, que se conformaron como interesantes lecturas de nuestra realidad18, en donde es evidente el trasfondo doctrinal positivista expresado entre otras ideas, en privilegiar la importancia del hecho educativo práctico, orientado más a las ciencias básicas que a los estudios humanísticos y por supuesto, con las loas adecuadas al sentimiento de progreso visto como el sentido natural de la evolución humana.
Podríamos afirmar que las doctrinas positivistas venidas en el siglo XIX y continuadas en el neopositivismo lógico en el siglo XX, siguen formando parte importante de nuestra manera de ver la realidad latinoamericana, en algunas ocasiones con gran creatividad en la adaptación a nuestra región y en otras, con una negación a priori de esa posibilidad de creación, por apego a dogmas tales como pensar que dichas teorías (especialmente el neopositivismo lógico actual) son universales por naturaleza. 2. 3. -La recepción del Marxismo en los siglos XIX-XX. Otra de las doctrinas (y en menor caso teoría) europeas que será mpliamente difundida en nuestra región será el marxismo-sin Marx y luego a Marx propiamente dicho. Comenzará su difusión a finales del siglo XIX19 y continuará hasta nuestros días.
Quizás pueda pueda ser útil establecer una periodización tentativa que aluda no sólo a su aparición en el tiempo, sino también a las diversas maneras como tal influencia se desparramó por el todo social. Podríamos entonces hablar de un primer marxismo-sin Marx20, muy vinculado a las luchas sindicales (conjuntamente con el anarquismo español e italiano); seguido por un marxismo propiamente político dirigido desde la III Internacional Comunista hacia América Latina (décadas 30′-70′ del siglo XX) y posteriormente por un marxismo académico (de los ’70 en adelante), con el cual hace su aparición a escala masiva la necesidad de leer la propia obra de Marx. La pnncpal recepción del marxismo en nuestra reglón seré de forma acrítica, absolutamente postrada ante las explicaciones de los intérpretes europeos21 de la obra de Marx.
Esta acriticidad alcanzará alturas exponenciales al ser impuestas como dogmas por la III Internacional Comunista, que dirigirán la acción de gran parte de la izquierda latinoamericana. Convertida en el astín que custodia la pureza del marxismo, la III Internacional apenas será contestada antes de la temprana segunda postguerra mundial, cuando voces aisladas como Mariátegui en el Perú, pondrán el acento en temas como el de los Indígenas, absolutamente ausente de las reflexiones emanadas desde Moscú. Y la voz de Rómulo Betancourt22 en Venezuela, quien cuestionará la capacidad del proletariado para ser la vanguardia de la revolución debido a su exiguo númer023. Aunque el cuestionamiento más radical vendrá de voces de otro espectro de la izquierda latinoamericana, encabezada por Haya de