1984 0 2011 gy Mairamudi 110R5pR 15, 2011 pagcs ¿1984 0 2011? Se prepara la reedición de las obras de George Orwell en español. La primera en salir ha sido Homenaje a Cataluña (Debate, 2011). Me parece una gran noticia, pues, aunque pueda parecer trasnochado lo que este autor politizado de la primera mitad del Slglo XX nos diga en la prmera mitad del XXI, en mi opinión, nos sorprenderá descubrir en sus obras que quizá no nos hablara de lo que en su momento creíamos.
Me centro en un ejemplo. En su novela 1984 Orwell describe una sociedad totalitaria en la que el líder, el Gran Hermano, procura ener un control absoluto sobre la población. Unas muestras de ese control serían las siguientes: está prohibido apagar la televisión pues, además de verla la tele uede ver y controlar; está penado pensar ue no se lleguen a ora cometer (son delitos e ge de los ciudadanos Sv. pe to View lo que se llama el «d eoens sar consiste en estar convencido de que al teresa al Estado) de Orwell en el que aunque sepamos qu lo define: «Doblepensar significa el poder, la facultad de sostener dos opiniones contradictorias simultáneamente, dos creencias contrarias albergadas a la vez en la mente. Decir mentiras a la vez que se cree sinceramente en ellas, olvidar todo hecho que no convenga record to nex: page recordar, y luego, cuando vuelva a ser necesario, sacarlo del olvido sólo por el tiempo que convenga Incluso para usar la palabra doblepensar es preciso emplear el doblepensar.
Porque para usar la palabra se admite que se están haciendo trampas con la realidad. Mediante un nuevo acto de doblepensar se borra este conocimiento; y así indefinidamente, manteniéndose la mentira siempre unos pasos delante de la verdad. En definitiva, gracias al doblepensar ha sido capaz el Partido —y eguirá siéndolo durante miles de ahos— de parar el curso de la Historia. » En los años 80 del siglo XX, como es lógico con ese título, esta novela estuvo de moda.
Entonces se interpretaba que se trataba de una critica a las dictaduras comunistas, pero yo nunca vi claro ese significado, pues me parecía que muchas de las cosas que se describían tenían más que ver con la sociedad que me rodeaba que con la URSS. El tiempo no ha hecho más que reforzar esa sensación. En primer lugar, el Gran Hermano de la novela nunca me pareció un personaje de carne y hueso. Me pareció siempre más bien un concepto vago, casi un lobby (aunque en la novela se le llame Partido).
Hoy en día no tenemos una televisión que nos observe, pero basta con teclear nuestro nombre en Google para que aparezcan datos sobre nosotros, los documentos que subimos a «la nube» o a Facebook están también a disposición, cuando menos, de la empresa administradora, y cada vez que u están también a disposición, cuando menos, de la empresa administradora, y cada vez que usamos una tarjeta de crédito quedan registrados nuestros hábitos de consumo y lugares de movimiento. Los delitos de pensamiento, de momento, no existen en Occidente, pero se estigmatiza a cualquiera que defienda algo que no sea «políticamente correcto».
Por lo que hace al doblepensar, me parece significativo el actual uso abusivo de eufemismos, como llamar «Ministerio de Defensa» al Ministerio de la Guerra, de Interior al de Policía, de Salud al de la Enfermedad, llamar «mlsión humanitaria» a las acciones bélicas. También lo es el uso generalizado en el ámbito público de argumentos que son contradictorios en sí mismos, como sostener que para preservar el estado del bienestar es necesario estruirlo, o que para fomentar el bilingüismo la escuela ha de ser monolingüe… los que lo dicen se quedan tan anchos y hasta parece que se lo creen! En fin, supongo que debo ser un conspiracionista de esos a los que tanto se ha criticado en este blog. En todo caso, me alegro de que se reedite a Orwell. Para los que prefieran el cine a la novela, hay una adaptación pasable de 1984 (Michael Radford, 1984) y otras películas que tienen referencias a la obra de On,uell, como la magnífica Brazil (Terry Gilliarn, 1985))’ El dormilón (Woody Allen, 1973) 31_1f3